La decisión del Ministerio de Sanidad, junto con las comunidades autónomas, de incorporar la vacunación frente al herpes zóster (HZ) en el calendario de los grupos de riesgo, era “una necesidad”, afirma Ángel Gil, catedrático en Medicina Preventiva y Salud Pública, a EG.

Por su parte, el presidente de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), Ramón García-Sanz, coincide en que la recomendación de Sanidad de iniciar la vacunación del HZ en personas con situaciones críticas es muy positiva. “La vacuna es una herramienta muy útil para tratar de reducir el riesgo de la aparición de herpes zóster y no solo de esta infección tal y como la conocemos, sino de formas graves de la enfermedad, sobre todo, herpes zóster diseminado y neuralgia postherpética”, argumenta el presidente de la SEHH.

Y es que para los pacientes con hemopatías o trasplantes, la mortalidad es mucho más alta que en la población general, según explica García. Estas personas “padecen casos de neumonía por varicela zóster o herpes zóster diseminado que pueden llegar a ser muy graves, requieren hospitalización o incluso el paciente puede fallecer”, declara. Así, la vacunación en estas personas mejora mucho su calidad de vida.

Ampliar la recomendación

“En este momento, la recomendación de vacunación está muy delimitada a un grupo determinado de población: personas con trasplante de progenitores hematopoyéticos (TPH), trasplante de órgano sólido (TOS), tratamiento con fármacos anti-JAK, VIH, hemopatías malignas y tumores sólidos en tratamiento con quimioterapia… Espero que se vaya ampliando la recomendación”, señala Ángel Gil.

De hecho, el Ministerio ha planteado que para 2022 se pueda vacunar, una vez se confirme la disponibilidad de dosis, a la población general en dos cohortes de edad: la de 65 y la de 80 años. De este modo, Gil argumenta que lo ideal sería que “poco a poco pudiéramos ir cubriendo también a toda la población, independientemente de la edad“.

A Ramón García, comenzar en 2022 con la cohorte de 65 años le parece correcto. “Creo que si los expertos del Ministerio consideran que es una opción sostenible, si es algo que podemos asumir desde el punto de vista de salud pública, es una buena decisión“, opina.

Aunque augura buenas coberturas de vacunación frente a herpes zóster para las personas de riesgo, no lo tiene tan claro para la población general. “Para los mayores de 50 años todavía no hay una orden o recomendación del Ministerio y habrá que esperar y ver cómo se lleva a cabo para asegurar la sostenibilidad del sistema”, señala el presidente de la SEHH, quien admite que las estrategias de población “son muy complicadas de hacer”.

Vacuna adyuvada, ideal para inmunocomprometidos

Actualmente, existen dos vacunas autorizadas contra el HZ: Zostavax (ZVL), de MSD, una vacuna atenuada autorizada en 2006, y Shingrix (HZ/su), de GSK, una vacuna adyuvada autorizada en 2018.

Ángel Gil apunta que la primera vacuna que se tuvo para el HZ (Zostavax), al ser atenuada, está contraindicada para la población de riesgo. “El problema de esta vacuna es que tenemos que garantizar que el sujeto que la recibe está bien desde el punto de vista inmunológico“, indica.

Sin embargo, el hecho de tener ahora una vacuna inactivada (Shingrix), facilita en gran medida la posibilidad de vacunar a la población de riesgo. “La vacuna adyuvada es muy interesante, porque la frecuencia y complicación de herpes zóster, es más frecuente en este grupo de riesgo. Tener una vacuna adyuvada que les deje protegidos es muy importante”, resalta Gil.

Concienciación de la vacunación

Ángel Gil expone que la pandemia ha puesto de manifiesto que las vacunas “no son solo cosas de niños, sino que también los adultos se tienen que vacunar y que hay una serie de vacunas que, además, van a mejorar mucho su calidad de vida”.

Precisamente, Ramón García apunta a la crisis sanitaria como la responsable de que exista una mayor concienciación y de que las estrategias de vacunación en general estén ganando peso. “Creo que, respecto a la patología del herpes, teníamos una mentalidad de ‘dejar esperar’ la vacunación y, gracias a la pandemia, ha adquirido una mayor atención”, afirma.

García augura altas tasas de vacunación frente al herpes zóster para la población de riesgo. Sin embargo, no está tan seguro sobre la población general ya que, por el momento, no hay priorización.


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