La investigación y la inversión, junto a la formación y la innovación, son los pilares fundamentales que permitirán a Andalucía “fomentar de manera decisiva la reactivación socioeconómica de la comunidad“. Así lo ha señalado durante su comparecencia en la Subcomisión de Sanidad el Secretario General de Investigación, Desarrollo e Innovación de Andalucía, Isaac Túnez Finaña, quien ha ensalzado la respuesta de la Consejería de Salud y Familias a la pandemia.
El Sistema de Investigación, Desarrollo e Innovación en Andalucía gestiona más de 100 millones de euros anuales en fondos de investigación y el secretario ha insistido en fomentar “las posibilidades que brinda”. Además, ha destacado el papel de la inversión en investigación, porque “invertir permite grandes desarrollos y retornos que permitirán la reactivación de Andalucía”.
Tres ejes de actuación
Ante la situación generada por la pandemia de COVID-19, la comunidad ha coordinado una respuesta del sistema de investigación que se ha consolidado sobre tres áreas. La primera ha sido poner a disposición de la red asistencial las capacidades del sistema de I+D+i. Una situación en la que Túnez ha destacado la acreditación de laboratorios por parte del Ministerio de Sanidad, para la elaboración de PCRs.
El secretario señala que las infraestructuras de investigación para medicina genómica, medicina de precisión y microbiología, entre otras, “deben estar disponibles y a disposición de la red asistencial“. Una conyuntura que “será una línea estratégica en un futuro”, según Túnez.
La segunda área de respuesta ante la COVID-19 ha sido coordinar e impulsar la actividad investigadora e innovadora en materia de la enfermedad. Este eje ha conseguido la activación de 335 iniciativas, 260 proyectos de investigación y 75 estudios clínicos desde el Sistema Sanitario Público de Andalucía.
De la misma forma, el sistema de investigación ha priorizado las convocatorias propias de proyecto, que consolidan el tercer eje, una reorientación que ha servido para movilizar fondos contra la COVID-19. En este sentido, la consejería ha conseguido convocatorias propias de la Fundación Progreso y Salud, convocatorias de investigadores postdoctorales y la convocatoria de proyectos de investigación biomédica.
Coordinación única
Además de la puesta en marcha de estos ejes de actuación, Túnez señala que la respuesta ha sido “ejemplar” por parte de los recursos públicos, las universidades públicas, el Centro de Investigaciones Científicas y otras entidades que trabajan con la comunidad. Este impulso por parte de la administración ha supuesto “un sobreesfuerzo”, según Túnez, ya que la mayoría de las comisiones se han llevado a cabo en “un tiempo adicional” al trabajo provocado por la pandemia.
Esta situación ha servido para coordinar las estructuras, optimizar recursos, evitar las duplicidades y, de esta forma, mejorar la respuesta de la comunidad, unos ejes de actuación que deberían mantenerse en una época post-covid. Por ello, el secretario destaca la relevancia de que todas las estructuras pertenecientes a la Consejería de Salud y Familias trabajen bajo una forma coordinada única. Esto permitiría “dar una respuesta precisa y óptima”, ha subrayado Túnez. En este sentido, ha puesto en valor la creación, por parte del director del Servicio Andaluz de Salud (SAS), Miguel Ángel Guzmán Ruiz, y el propio Túnez, de comisiones locales y un equipo a nivel de secretaría general como coordinador con el objetivo de aunar esfuerzos y fomentar la corresponsabilidad.
Combatir el virus desde la Salud Pública
Esa misma coordinación y unidad se ha podido comprobar en el ámbito de la Salud Pública. José María de Torres Medina, Director General de Salud Pública y Ordenación Farmacéutica, pone de relieve la importancia que ha tenido en esta emergencia sanitaria la Red de Alertas de Salud Pública y el Sistema Integrado de Alertas de Andalucía, una red de servicio del sistema sanitario público que detecta e interviene de manera urgente y eficaz ante situaciones de riesgo para la salud pública. Integra en una única red departamental la detección de riesgos, la planificación y la preparación de respuesta y desarrollo de las intervenciones regionales, además de coordinar las informaciones y comunicaciones en relación con la red de emergencias y alertas en situaciones de crisis.
Y a este sistema de alertas, se le suma el Servicio de Vigilancia de Salud Pública y el sistema de vigilancia epidemiológico de Andalucía, donde se conforma, trabaja y resuelve toda la información que proporciona dicha red de alertas.
Además, el SAS continuará haciendo un seguimiento de la “red de seguridad” tejida durante la pandemia, según ha detallado Jesús Aguirre, consejero de Salud y Familias de la Junta de Andalucía. En forma de planes de contingencia, esta red se encargará de operar en todas las provincias según lo requiera la situación epidemiológica.
Las actuaciones para luchar contra la COVID-19, según Aguirre, seguirán aplicándose para favorecer el ámbito asistencial. Entre ellas, la redimensión del número de camas disponibles en función de la situación epidémica. De esta forma, las plantillas de profesionales se adaptarán en todos los niveles asistenciales. Mientras, también se acelerará la implantación de la telemedicina para distintas especialidades de cara a reducir la alta frecuentación. Además, continuará potenciándose la consulta telefónica en Atención Primaria.
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