La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha aprobado este 25 de noviembre extender el uso de la vacuna de Pfizer y BioNTech (Comirnaty) para la COVID-19, a niños con edades comprendidas entre 5 a 11 años. Cabe recordar que la agencia estadounidense FDA ya había tomado esta decisión sobre esta vacuna para las mismas franjas de edad bajo la condición de “uso de emergencia”.

La EMA concluye que los beneficios de la vacuna de Pfizer en niños de 5 a 11 años superan los riesgos, particularmente en aquellos con afecciones que aumentan el riesgo de COVID-19 grave. Su eficacia es del 90,7 por ciento frente a enfermedad asintomática y los efectos secundarios se catalogan como “leves y limitados en el tiempo”, y similares a los de los mayores de 12 años (tramo de edad en el que ya estaba autorizado el empleo de esta vacuna).

Respecto a España, la ministra de Sanidad ya ha indicado que se esperaba conocer esta decisión de la EMA para, a nivel nacional, dirimirlo en el seno de la Comisión de Salud Pública.

Desde el ámbito sanitario, ya se han producido las primeras reacciones a esta aprobación del uso de la vacuna de Pfizer en niños. Por ejemplo, respecto a la seguridad de su uso en este rango de población, desde la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) se recuerda que “aunque al igual que todo medicamento pueden presentar efectos adversos, dicho esto, hay que decir que las vacunas contra la COVID-19 basadas en ARN son de las más seguras y eficaces de la historia”, en palabras de Francisco Araujo, Farmacéutico Hospitalario en el Hospital Infantil Virgen del Rocío de Sevilla y portavoz de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH).

Eso sí, esta sociedad científica recuerda que la dosis a inocular en niños es menor que en adultos (10 µg vs 30 µg), así como una diferente presentación, lo cual exige “especial atención para evitar errores de medicación”.

Respecto a una posible urgencia en la vacunación de este colectivo, el portavoz de la SEFH considera que “las vacunas en niños son seguras y eficaces, aunque dentro de un contexto mundial de suministro limitado debería priorizarse a los grupos de mayor riesgo, como los sanitarios”. “Actualmente tenemos a los niños con mascarillas, y estoy convencido que la vacunación permitirá cortar cualquier eslabón de la cadena de transmisión y acabar con esta pandemia”, apostilla este especialista.