La Comunidad de Madrid contará con 1.300.000 dosis de vacuna de la gripe estacional en la temporada 2020-21 tras una inversión de más de 7,8 millones de euros. La compra de estas vacunas, aprobado por el Consejo de Gobierno en su última reunión, se realiza dentro de un Acuerdo Marco con el Ministerio de Sanidad, al que también están adheridas otras comunidades autónomas. Este Acuerdo permite, entre otras cosas, la fijación de precios máximos de las diferentes dosis.

Las vacunas están destinadas a la campaña anual de vacunación contra la gripe estacional que cada otoño pone en marcha la Consejería de Sanidad para prevenir tanto la enfermedad en sí como las complicaciones de la misma, especialmente en los grupos de riesgo, como son, entre otros, los mayores de 60 años, enfermos crónicos y personas que trabajan en ámbitos sanitarios y sociosanitarios.

Desde el Gobierno regional se recuerda la importancia de acudir a vacunarse cuando empiece la campaña, en otoño, para prevenir complicaciones respiratorias y hospitalizaciones por el virus de la gripe y para evitar contagiar a otras personas vulnerables. “Este año lo es especialmente para permitir una mayor disponibilidad de los servicios sanitarios para atender, si es necesario, a pacientes con COVID-19”, informa el Ejecutivo. Además, los grupos de riesgo para la gripe son también los más afectados por el coronavirus. Este año la Comunidad de Madrid contará con 50.000 dosis de vacuna más que en la temporada 2019-2020.

Madrid confirma el compromiso del CISNS en vacunación

Por otro lado, el acuerdo acordado por el cual la campaña de vacunación de gripe sería adelantada este año a principios de octubre ha obtenido ratificación legal de Madrid mediante la Orden 1035/2020, publicada en boletín oficial de la región (BOCM). En él se marca como objetivo “alcanzar o superar” el 75 por ciento en la cobertura de vacunación en personal sanitario y mayores de 65 años. Asimismo, se fija como estándar de vacunación el 60 por ciento en embarazadas, así como en grupos de riesgo.

Más allá, la orden apunta a un refuerzo en la medición de las coberturas de vacunación en los grupos de alto riesgo de complicaciones por presentar condiciones clínicas especiales. De igual forma, se comunicará a los gestores de los centros sanitarios y sociosanitarios los objetivos y la política de vacunación de esta campaña.

También se instará a reforzar el compromiso de las organizaciones de personal sanitario con la vacunación anual frente a la gripe. A este respecto la orden cita a sindicatos, colegios profesionales y sociedades científicas. Su papel a este respecto se centraría así en trasladar a sus integrantes la recomendación de vacunación “por responsabilidad ética con las personas de riesgo a las que atienden”.