La Comisión de salud Pública ha aprobado la segunda actualización de la Estrategia de vacunación nacional frente a la COVID-19. En ella se recomienda que se debe continuar vacunando a las personas de la primera etapa:

  • Residentes y personal sanitario y sociosanitario de residencias de mayores y de atención a grandes dependientes.
  • Personal de primera línea en el ámbito sanitario y sociosanitario.
  • Otro personal sanitario y sociosanitario: se priorizará a los profesionales del ámbito hospitalario y de Atención Primaria no considerados de primera línea. También se vacunará al personal de Odontología, higiene dental y otro personal sanitario que atiende sin mascarilla durante más de 15 minutos.
  • Personas consideradas grandes dependientes que no estén institucionalizadas.

El documento indica que el personal sanitario y sociosanitario que no se incluye en la primera etapa, podrá vacunarse en la etapa 2 de manera prioritaria, dentro de las categorías de “personal esencial de primera línea” u “otro personal esencial”.

Pautas para administrar vacunas ARNm

La actualización de la estrategia aconseja seguir la pauta que ha demostrado la eficacia descrita en las fichas técnicas de las vacunas actualmente autorizadas. Por ello, se mantiene la pauta de dos dosis en las poblaciones que se están vacunando.

Asimismo, se ha de seguir administrando la segunda dosis cuanto antes a partir de los 21 días en el caso de Comirnaty (vacuna de Pfizer/BioNTech) y cuanto antes en el caso de la vacuna de Moderna a partir de los 28 días.

Además, la pauta completa de vacunación se realizará con la misma marca de vacuna, pues “no hay estudios de compatibilidad de ambas vacunas”.

Próximos en vacunar

El siguiente grupo a vacunar en la próxima etapa incluye al grupo 5, es decir, las personas mayores de 80 años. Comenzarán a vacunarse “en el menor plazo de tiempo posible” y en función de la disponibilidad de las dosis de vacunas.

La justificación ética de la priorización realizada se basa en los principios de necesidad, equidad y reciprocidad, que aconsejan la priorización dentro de cada uno de los grupos para vacunar a las personas que más se exponen al riesgo de enfermar (sanitarios y sociosanitarios más expuestos) y aquellas que más se hospitalizan y fallecen.

El documento de esta actualización resalta también el criterio de solidaridad para que todos los esfuerzos se centren en todas aquellas personas que puedan ver más afectada su salud o estén más expuestas al virus.


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