Ángela de Rueda Bruselas | viernes, 21 de abril de 2017 h |

El análisis de la Comisión Europea, sobre los desequilibrios macroeconómicos es tajante, las desigualdades en el acceso a la asistencia sanitaria han aumentado significativamente en España, comparadas con los bajos niveles que existían antes de la crisis. Así, concretamente indican que la brecha de la distribución de la renta por quintiles en relación con las declaraciones de no haber recibido la asistencia médica necesaria aumentó de 0,2 puntos porcentuales a 1,6 puntos porcentuales en 2014.

Por otro lado, la Comisión destaca la particular situación administrativa de España que, aunque no es un Estado federal, las Comunidades Autónomas son las responsables de varias categorías de gasto. En este sentido les corresponde la prestación de servicios públicos, como la asistencia sanitaria, educación y protección social. El informe valora positivamente a España que, junto con Italia, destaca por la importancia de la función de asistencia sanitaria respecto a países como Austria y Suiza, y más aún, en comparación con Alemania y Bélgica, países en los que el gasto en asistencia sanitaria está mayormente centralizado (ver gráfico).

En este sentido, la Comisión Europea recoge cómo el gasto de las Comunidades Autónomas comienza a acercarse a los niveles existentes antes de la crisis. Según los datos, en 2015, el nivel total del gasto real per cápita de las Comunidades Autónomas se asemejaba bastante al de 2006. De hecho, a pesar de que algunas categorías de gasto, como las relativos al área económica, fueron considerablemente inferiores, el Informe sobre España identifica un aumento de algunas categorías, especialmente aquellas referidas a la asistencia sanitaria y a la protección social (ver gráfico).

La Comisión identifica diferencias considerables entre los indicadores económicos de las distintas Comunidades Autónomas. Por ello, como recomendación, el organismo europeo plantea que, ante las diferencias en las competencias fiscales iniciales de las Comunidades Autónomas, deberían llevarse a acabo “una serie de transferencias redistributivas siguiendo el principio de solidaridad”.

Respecto al gasto social, la CE indica que a partir del año 2014 se ha estabilizado, tras cuatro años en los que disminuía continuamente, además de añadir que su eficacia es baja. En este sentido, el informe recoge que la disminución del gasto en prestaciones de desempleo fue compensada por un gasto en pensiones en ascenso, además de un aumento —por primera vez en cinco años—, del gasto en asistencia sanitaria en España.

En la proyección a largo plazo el informe identifica una disminución de los riesgos para la sostenibilidad de las finanzas públicas. Algo que atribuye a los ahorros en gastos derivados del envejecimiento de la población (gastos no sanitarios). Sin embargo, el gasto público en asistencia sanitaria y en cuidados de larga duración aumentará por encima de la media de la UE hasta 2060 (1,1 puntos porcentuales frente a 0,9 puntos porcentuales, respectivamente).