Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 11 de noviembre de 2016 h |

El vínculo que existe entre la evaluación de las tecnologías sanitarias (HTA) y la toma de decisiones es tan estrecho como delicado. Una de las cuestiones más importantes que la Comisión de Salud Pública del Parlamento Europeo (ENVI) tendrá que dirimir durante el debate de las enmiendas al borrador de acceso a los medicamentos será ésta: impulsar en lo posible un sistema armonizado de evaluación a nivel europeo pero asegurando el respeto escrupuloso a las competencias estatales en precios y reembolsos. A este respecto, las enmiendas transmiten dos ideas claras: un apoyo unánime a la idea de impulsar lo antes posible una nueva legislación y serias dudas sobre la continuidad de propuestas ‘colaterales’, como la relativa a crear una clasificación europea sobre el valor añadido de los medicamentos.

El borrador solicita una armonización de los criterios para el sistema de reembolso y fijación de precios, pero no un precio único en toda Europa. No obstante su redacción generó dudas en muchos eurodiputados. Esto llevó a Soledad Cabezón, ponente del informe, a modificar su propuesta. Ahora, en sus enmiendas, separa ambos puntos.

En el primero detalla el objetivo de la hipotética nueva regulación, destinada a asegurar que los trabajos de HTA elaborados de forma conjunta a nivel europeo se utilizarán en el proceso nacional de toma de decisiones. Dicha normativa, según Cabezón, tendría en cuenta las diferencias entre medicamentos, tecnologías sanitarias y procedimientos y debería prever una “rápida evaluación de la efectividad relativa para los medicamentos”, reforzando también el diálogo temprano, algo en lo que hacen hincapié otras enmiendas.

Hasta aquí la propuesta encaja con las de otros grupos. Pero la eurodiputada española insiste en confiar la coordinación de este sistema a un organismo independiente, algo que ya fue criticado durante el primer debate en ENVI. Desde el PP insisten en no aumentar el gasto en nuevos organismos, y solicitan que sea la Agencia Europea del Medicamento la que se encargue de esta tarea.


Soledad Cabezón ya no insta a poner en marcha una clasificación europea del valor añadido de los fármacos, aunque cree que “podría ser útil”


En la misma línea, muchas enmiendas han decidido no apoyar la puesta en marcha de una clasificación europea del valor añadido de los medicamentos. Y en la enmienda de Cabezón este punto también se ha visto modificado. Ya no insta a la Comisión a ponerla en marcha, aunque considera que “podría ser útil” de cara a conseguir los objetivos marcados para la hipotética regulación.

En su segunda enmienda, la eurodiputada socialista insta a la Comisión a analizar los criterios económicos, sociales y éticos que algunos estados aplican en sus evaluaciones, de cara a establecer “principios comunes o guías a este respecto sobre la base de la utilidad de estos criterios con respecto a la fijación de precios”. Cabezón considera que este proceso es importante de cara a determinar si la calidad de la innovación es lo suficientemente relevante como para “determinar el valor económico, pero no como para garantizar una adecuada relación coste-efectividad”.