Marta Riesgo Barcelona | martes, 13 de noviembre de 2018 h |

Generar un clima de confianza entre evaluadores de tecnologías sanitarias y pagadores se erige como clave para lograr que las evaluaciones centralizadas sean una realidad en Europa. Así se ha puesto de manifiesto durante el Congreso Europeo del International Society of Pharmacoeconomincs and Outcomes Research (ISPOR) que se celebra del 11 al 14 de noviembre en Barcelona. Aquí, durante la sesión plenaria “Joint Assessment of Relative Effectiveness: ‘Trick or Treat’ for Decision Makers in the EU Member States,”, varios expertos internacionales pusieron sobre la mesa los retos que presenta el borrador del Reglamento de la Comisión Europea sobre HTA.

En este sentido, Menno Aarnout,de la International Association of Mutual Benefit Societies, de Bélgica aseguró que el principal reto es establecer un diálogo de confianza entre los evaluadores de tecnología sanitaria y los pagadores. Sin el mismo, expuso, es muy complicado que se pueda avanzar en las evaluaciones centralizadas de tecnologías sanitarias. Por otra parte, Roman Topór-Mądry de la Agency for Health Technology Assessment at Tariff System de Polonia, quiso poner sobre la mesa los vacios que, a su manera de ver, se encuentran en el nuevo reglamento. Así, aunque asegura que el borrador aborda la estandarización del proceso de evaluación clínica y las metodologías comunes, no afronta los problemas relativos al mejor acceso a las terapias para los pacientes, la necesidad de establecer precios razonables o la necesidad de una mejor calidad de la evidencia.

Luciana Ballini, presidenta de la Asamblea Plenaria de la EUnetHTA de la región Emilia-Romagna, aseguró que la toma conjunta de decisiones debe involucrar siempre a los tomadores de decisiones. Así, señaló que la puesta en marcha de un flujo continuo de información desde el diálogo temprano hasta la generación de evidencia post autorización se traducirá en una mayor cooperación científica y técnica europea en las evaluaciones clínicas conjuntas.

Por último, Nicola Bedlington, del Foro de Pacientes Europeos, aseguró que el nuevo reglamento no tiene en cuenta el papel del paciente. En este sentido, puso sobre la mesa la necesidad de que se trabaje de forma multidisciplinar, contando con todos los agentes implicados en el sistema sanitario europeo.