A.N.S. Tallin (Estonia) | viernes, 17 de noviembre de 2017 h |

La preocupación en Europa cuando se habla de la Directiva Europea de Falsificación de Medicamentos es solo una: los hospitales y centros sanitarios. La implementación sigue su curso, con velocidades desiguales entre países, y desde las instituciones europeas y el propio EMVO son conscientes de que hay que dejar de pensar y pasar a la acción para poder llegar al deadline de febrero de 2019 con los deberes hechos y el desarrollo de la directiva completo y funcionando a la perfección. Así quedó patente en la jornada celebrada el pasado 8 de noviembre en Tallin (Estonia) en la que cerca de 300 personas de todos los sectores implicados en el desarrollo de la directiva pusieron de manifiesto los principales retos y problemas a los que se están enfrentando. Representantes de los sistemas nacionales de verificación, de la distribución, la industria, la farmacia y de las diferentes administraciones fueron analizando pormenorizadamente el punto en el que se encuentra, país por país, la implementación de la directiva Antifalsificación.

El desigual desarrollo solo tiene un punto en común que no es otro que los hospitales ya que ningún país ha dado todavía con la solución. Durante la ponencia en la que analizó la situación, se puso de manifiesto que los centros sanitarios no tienen un conocimiento claro de lo que realmente han de hacer, tienen poco o ningún contacto con los sistemas de verificación nacionales y que no existe una coordinación ni a nivel nacional ni europeo que pueda ayudar a definir de qué manera se implementa la directiva en los hospitales de los diferentes estados miembro. En este sentido, se descartó cualquier cambio normativo para modificar la directiva y se abogó porque sean las administraciones sanitarias de cada país las que lideren este asunto de cara a poder desarrollar a tiempo la directiva en los centros sanitarios.

El problema añadido que los presentes en el encuentro de Tallin identificaron es el del tiempo, por lo que la solución que se elija tiene que permitir la implementación de los requerimientos a los que exige la directiva en un tiempo prácticamente récord.