No es de extrañar que, con una pandemia de por medio, la Sanidad se haya convertido en la principal preocupación del 53 por ciento de los españoles en la actualidad, según ha revelado el último Eurobarómetro. Esta cifra se sitúa más de 40 puntos por encima respecto al año anterior, ha apuntado María Ángeles Benítez Salas, directora de la Representación de la Comisión Europea en España, durante la presentación.

Asimismo, el colectivo de los sanitarios aparece como aquel que obtiene la confianza mayoritaria de los españoles y del conjunto de los europeos. Le sigue la propia Unión Europea (UE), con un 52 por ciento de españoles que confían en esta institución.

Recuperación económica

Esta preocupación por la salud se traslada también al pensar en la recuperación post-COVID-19. Y es que la gran mayoría (87 por ciento de españoles y 84 por ciento del global de los europeos), opina que la UE debería contar con más medios para hacer una mejor gestión de crisis como la pandemia de COVID-19.

La repercusión económica es uno de los grandes problemas a los que nos tendremos que enfrentar. Casi totalidad de los españoles y del conjunto de europeos (98 y 93 por ciento, respectivamente), considera que la pandemia conlleva consecuencias económicas graves para su país. Y la población no se muestra muy optimista: el 61 por ciento de los europeos y el 70 por ciento de los españoles, cree que la recuperación económica tardará en llegar y se producirá en 2023 o más adelante.

“Los primeros meses de 2021 han sido duros. Pensábamos que con el inicio de la campaña a de vacunación en diciembre estaríamos a estas alturas del año ya con unas perspectivas más claras de movilidad, de recuperación… y que estaríamos en otra dinámica que todavía va a tardar algunos meses“, ha manifestado Juan González-Barba, secretario de Estado para la Unión Europea.

Considera que este pesimismo viene por la dimensión del plan de recuperación español. “Casi no tiene parangón con el resto de los europeos en términos absolutos”, ha apuntado. “Solo el italiano supone un mayor desembolso: frente a los 140.000 millones de euros en España, son 200.000 millones prácticamente en Italia. Es cierto que otros países como Grecia y Croacia, en términos porcentuales del PIB, la cantidad que se les ha asignado a sus planes de recuperación nacionales es mayor. Por lo tanto, hay la sensación de que el reto que tenemos por delante es mayor al que tiene otros Estados“, ha añadido.

Sin embargo, la mayoría considera que los fondos NextGenerationEU serán efectivos: el 55 por ciento de la media europea y el 52 por ciento de españoles opina que este plan europeo será efectivo para responder a los efectos económicos de la pandemia. Eso sí, González-Barba ha insistido en vencer a esa gran parte de escépticos en cuanto a los planes con una “ejecución rápida y eficaz de los fondos“, que se traduce en un reto sin precedentes.

Pacto Verde Europeo

La transición verde es uno de los ejes prioritarios de los fondos de recuperación, que tienen que dedicar a ello un 37 por ciento del total de estos fondos NextGenerationEU.

La UE ha alcanzado estas últimas semanas un nuevo acuerdo sobre propuestas climáticas de la Comisión Europea, con unos objetivos muy ambiciosos para el año 2030 y 2050. Y es que el Pacto Verde Europeo es una de las grandes prioridades para la UE.

En este sentido, españoles y resto de europeos coincide que la máxima prioridad de este Pacto Verde debería ser el desarrollo de energías renovables (54 por ciento de españoles, 52 por ciento del conjunto de europeos). El segundo objetivo, debería ser la lucha contra los residuos plásticos y contra los plásticos de un solo uso (43 por ciento de españoles frente al 48 por ciento de la media europea). Y, en tercer lugar, un 37 por ciento de los españoles cree que se debería dar una remuneración justa a los agricultores de la UE para que produzcan alimentos asequibles y seguros.

Sin embargo, la media europea parece más favorable a un impuesto en frontera al carbono que los españoles y a la economía circular, mientras que los españoles priorizan la reducción de la contaminación.

Confianza en la vacunación

Sin embargo, este pesimismo económico contrasta con la valoración positiva que tienen los ciudadanos en cuanto a la campaña de vacunación COVID-19. El secretario de Estado para la UE ha señalado que 7 de cada 10 encuestados, tanto de españoles como del resto de europeos, consideran que vacunar es la única manera para acabar con la pandemia.  

De hecho, más de la mitad de la población española (56 por ciento) y un 44 por ciento de la ciudadanía europea desea vacunarse lo antes posible contra la COVID-19. Así, el 64 por ciento de la media europea y el 76 por ciento de españoles declara haberse vacunado ya o querer vacunarse a lo largo de 2021. Solo un 12 por ciento de los europeos y un porcentaje menor de españoles (6 por ciento) dicen no querer vacunarse nunca.

Por tanto, González-Barba considera que hay motivos para pensar que alcanzaremos el objetivo de las instituciones europeas de vacunar al 70 por ciento de la población adulta antes del verano o a mediados de verano.

Acceso a vacunas

Por otro lado, la UE desempeña un papel clave para garantizar el acceso a las vacunas. Y así lo dicen tres de cada cuatro españoles (el 76 por ciento) y el 69 por ciento de la media europea.

María Ángeles Benítez ha asegurado que España siempre ha ido “de la mano” de las instituciones europeas, y ha habido una gran colaboración. “En temas de salud pública, la Comisión Europa tiene una competencia muy limitada, es decir, tenemos que apoyarnos mucho en los Estados miembro. Si la Comisión ha actuado en la campaña de vacunación, ha sido a petición de los Estados miembro, que individualmente cada Estado hubiera sido mucho menos eficaz. ¿Imagináis a cada Estado miembro yendo a negociar un paquete de vacunas con cada una de las compañías? Eso es nada eficaz y nada equitativo. Mientras que con una actuación conjunta, ha habido un acceso equitativo de toda la población a la vacunación“, ha explicado.

Además, el secretario de Estado para la UE, ha destacado la solidaridad de la UE con otros países fuera de la Unión, que no tiene un acceso fácil a las vacunas. Y es que “para que la campaña de vacunación sea exitosa, no solo tiene que serlo en el interior de la UE, sino en todo el mundo”, ha manifestado González-Barba. Por ello, la UE contribuye desde COVAX con unos 2.000 millones de euros para que estos países puedan acceder a las vacunas contra la COVID-19.