El Global Madrid | jueves, 28 de noviembre de 2019 h |

La Real Academia de Ciencias (RAC) exige al Gobierno una subida en la inversión en I+D para que España pueda ser competitiva frente a otros países europeos que tienen una media del 2 por ciento destinado a investigación y desarrollo. Así lo han manifestado el presidente de la RAC, Jesús María Sanz-Serna y el vicepresidente, Esteban Domingo Solans, durante la presentación de la Declaración Anual sobre la financiación y gestión de la investigación científica en España 2019 este 27 de noviembre en Madrid, un documento que “pone en evidencia” las trabas administrativas y la falta de articulación de esfuerzos público privados, así como los elementos que dificultan a los científicos españoles para alcanzar a sus competidores extranjeros.

La cifra de gasto en I+D en 2018 subió el 6 por ciento hasta llegar al 1,24 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), un aumento de tres décimas más que el año anterior, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) publicados este mismo 27 de noviembre. Estos números son “subidas simbólicas e insuficientes”, ha denunciado Domingo, quien insiste en que “los países europeos destinan de media un 2 por ciento, y nosotros un 1,2 por ciento”, una cifra respecto a la que Domingo ha querido destacar ciertas sospechas indicando que “podría estar hinchada”.

“Dudo que estemos por encima del uno por ciento, pero la cifra oficial es el 1,2”, ha señalado. En este sentido, Domingo ha puesto como referentes a países como Alemania, que pretende destinar un 4 por ciento en el año 2025, o Corea del Sur, que dedica un 4,5 del PIB a la investigación en sus presupuestos. Según el científico hay estudios que reflejan que una menor inversión en I+D suponen un aumento de paro.

“La ciencia es universal, la ciencia son distintos vasos comunicantes”, ha comentado Domingo en defensa a un reparto de fondos de investigación en las distintas áreas porque “no tiene sentido destinar muchísimo dinero en agricultura sólo porque España sea en su mayor parte agrícola, ya que ese problema lo puede resolver un hombre con una estructura tridimensional de rayos x y puede estar relacionado con las matemáticas y las físicas”.

“La declaración no está basada en dar soluciones mágicas y simples a problemas complejos, en los que intervienen diferentes actores”, ha señalado el presidente de la RAC, Jesús María Sanz-Serna, quien destaca que el objetivo del documento está consolidado en una voluntad de “concienciar a la sociedad española” de la importancia de estos aspectos.

En este sentido, las líneas principales de la declaración engloban: impulsar la I+D en España, favorecer la conexión entre el sector privado y el público y ofrecer la ayuda de la RAC para abordar los problemas que puedan mejorar la situación de la ciencia en España “de forma realista y de un modo meditado y pausado”.

La necesidad de un cambio en la ley de mecenazgo en apoyo a la ciencia es un hecho principal en el que hay que incidir, según el vicepresidente de la Real Academia. Por este motivo, la Red de Asociaciones de Investigadores y Científicos Españoles (RAICEX) ha elaborado, a petición de la RAC, un informe sobre mecenazgo con un análisis comparativo de la situación en diversos países europeos presentando los aspectos más relevantes y diferentes estrategias para incentivar la colaboración de la academia con al industria privada.

“Nuestro país es deficitario respecto a la colaboración empresa-academia en comparación con otros países”, ha recalcado Domingo, quien insiste en la falta de tesis doctorales conjuntos, ausencia de becas en investigación y deficiencia de equipos de investigación, calificando a estas circunstancias como “una falta de vitalidad para conectar los intereses del sector privado con el público”.

En esta línea, el vicepresidente de la RAC ha querido destacar “unas circunstancias que no terminan de entender” en relación con los presupuestos anuales del estado. Domingo denuncia que determinadas cantidades monetarias destinadas a investigación en relación a la industria “se presupuestan, acaba el año y esos proyectos no llegan a ejecutarse”, motivo por el que esperan que se cumpla el segundo punto del preacuerdo de Unidas Podemos y PSOE que reconoce que hay que activar la investigación científica y dignificar la situación laboral de quien la practica.

“Eliminar aquello que se presupuesta y no se ejecuta es fundamental”, ha destacado Domingo, quien manifiesta que, si en los próximos diez años, “pasamos al dos por ciento del PIB real notaríamos que el país tiene otro aire, que el trabajo no tendría tanta precariedad y que tendríamos más innovación”.