C. López Madrid | viernes, 10 de marzo de 2017 h |

Pacto de Estado, copagos, impulso de los genéricos… La actividad sanitaria del PSOE en el Senado es plausible. EG entrevista a su portavoz, José Martínez Olmos, para profundizar en las políticas que quiere impulsar su partido en la presente legislatura.

Pregunta. El PSOE reclama al Gobierno que impulse el uso de medicamentos genéricos y reduzca el copago que les aplica…

Respuesta. Estamos viendo los resultados de una etapa donde no ha habido una política explícita de fortalecimiento de la sanidad pública. En el caso concreto de los medicamentos genéricos no sabemos qué pretende el Gobierno. Pensamos que conviene tener un planteamiento explícito porque los genéricos son elementos que nos ayudan a bajar el coste de la factura cuando se cumple la patente. Se tiene que hacer con una política explícita que también permita, al menos en el medio plazo, que las organizaciones empresariales que se dedican a la producción de estos fármacos sepan qué horizonte hay en España.Por tanto, lo primero es conocer la opinión del Gobierno.

P. ¿Y a partir de ahí?

R. El siguiente planteamiento es una propuesta concreta. Los medicamentos genéricos deben tener todas las facilidades para su autorización y puesta en el mercado de inmediato una vez que se cumple una patente. Además, deben tener un apoyo desde el punto de vista de información hacia los pacientes y de garantías a los profesionales de lo que suponen los genéricos como medicamentos. Además, es necesaria una política que apoye el uso del genérico. Una posibilidad sería la de un copago evitable, otra la de que el precio de genérico sea menor que el precio del original. Se trata de trasladar al Gobierno que no han hecho bien las cosas. Si no responden adecuadamente presentaremos nuestra alternativa.

P. El PSOE andaluz ha ganado la batalla de las subastas… ¿Es un modelo extensible a otras comunidades?

R. Sí, pero cada comunidad tienen que decidir lo que cree oportuno. El Gobierno se equivocó porque lo que hay detrás de una iniciativa como esta es la realidad de una insuficiencia presupuestaria. En este contexto, las comunidades buscan alternativas, una de ellas las subastas. Cuando el Gobierno Andaluz lo plantea, torpemente el gobierno del PP, con Ana Mato a la cabeza, en lugar de buscar posibles alternativas, se dedica a la confrontación. Además, no solo llevan el tema al Tribunal Constitucional, lo cual es un error, sino que se fuerza a que las compañías farmacéuticas potentes no se presenten a las subastas bajo amenaza de que le bajarían el precio en el resto. Todo esto condiciona. ¿Es extensible a otras comunidades? Soy partidario de planteamientos de carácter nacional que pueden ser el de las subastas o cualquier otro. Más allá de eso, lo que viene manifestando la miopía del Gobierno en nuestras peticiones es que no tiene una política global que ofrecer más allá del apunte de la compra centralizada.

P. Hablaba de subastas o cualquier otro… ¿Qué otras opciones baraja?

R. Otra fórmula pueden ser los precios seleccionados. Otra es hacer partícipe a las comunidades de decisiones de precios de nuevos mediamentos, y creo que la clave está en la experiencia de la hepatitis C. Fue un mal ejemplo de cómo el Gobierno fija precios con opacidad y con un nivel muy discutible de acierto en relación al precio. Todo esto se hizo de espaldas a las comunidades, que ni participaron en el precio ni se cumplió el compromiso de que se le iba a ayudar en la financiación de los fármacos. Hay alternativas pero el escenario se puede construir si se hacen propuestas que sean acordadas.

P. ¿Qué políticas tiene para los biosimilares?

R. Estamos más cerca, en principio, de lo que creemos que pretende el Gobierno pero también queda explorarlo. Pensamos que los biosimilares son una oportunidad para una mayor eficiencia en el gasto farmacéutico pero probablemente requiera de una apuesta que incluso conlleve un refuerzo de la legislación. Aquí hay que hacer un esfuerzo mucho mayor de formación y de información a profesionales y a la población. Podemos encontrarnos en el camino porque las propias comunidades autónomas están interesadas y esta debe ser una legislatura donde se den pasos con garantías de que en el futuro cercano los biosimilares sean una realidad entendida con normalidad y aporten eficiencia.

P. Parece que hay consenso entre comunidades y Gobierno de empezar a trazar un nuevo marco para la financiación sanitaria, ¿por dónde empezar?

R. Hay que buscar un consenso sobre cuáles son las variables que explican el gasto sanitario; pueden ser de cronicidad, de edad de la población, o de dispersión geográfica, etc. Es necesario un consenso técnico de tal manera que esas variables permitan recursos para las comunidades con criterios de equidad. Además, hay que pensar en el medio y en el largo plazo. En el medio plazo se puede aceptar un acuerdo que esté muy vinculado al crecimiento de la economía que a lo mejor es insuficiente para lo que necesite la sanidad. En el medio-largo plazo es necesario un acuerdo político para dotar a la sanidad de una financiación de más de un punto y medio sobre el PIB, que es donde está la insuficiencia presupuestaria. Soy relativamente optimista con que en esta legislatura se podría alcanzar un acuerdo para modificar el actual sistema de financiación, pero no soy del todo optimista de que se consiga una solución definitiva.

P. ¿Cuál es su fórmula para agilizar el acceso a la innovación?

R. Las innovaciones tienen que llegar a los pacientes en los criterios que la evidencia científica determine, usando las innovaciones para las indicaciones que estén autorizadas. Hoy por hoy tenemos innovaciones que producen un gran avance y una disrupción del curso de la enfermedad. Hay que hacer evaluaciones de post autorización que nos den claves en términos de evidencia científica, pero la variable fundamental sería que cuando tengan un impacto relevante en los presupuestos, la financiación de esas innovaciones tiene que ser diferente a como se ha hecho hasta ahora.

P. ¿Dedicar fondos específicos?

R. Supongamos que aparece una innovación tipo las nuevas terapias de la hepatitis C. Lo que no puede ser es que no vaya aparejada de fondos. Luego hay innovaciones menos relevantes que tienen un impacto más pequeño y que podrían gestionarse con un anticipo a cuenta. Aparte estarían los medicamentos huérfanos, para los que somos partidarios de que tengan un fondo estatal directo. Es una de las grandes modificaciones que tienen que ir a los próximos presupuestos.

Las frases
“Hay que hacer evaluaciones de post autorización
a las innovaciones para que nos den claves en términos
de evidencia científica