C. R. Madrid | martes, 20 de noviembre de 2018 h |

Podemos presenta para las elecciones andaluzas el programa más extenso de medidas en Farmacia: 14 propuestas con los que la formación de Teresa Rodríguez quiere asegurar que “los tratamientos adecuados lleguen a los pacientes de forma efectiva y equitativa, logrando introducir los nuevos tratamientos que aporten ventajas para el paciente y eliminando de la cartera de servicios —o evitando la prescripción— de aquellos que no aporten valor añadido”.

La primera de las medidas de Podemos en Farmacia es fomentar las compras centralizadas, tanto los dispensados en oficina de farmacia como los hospitalarios e instaurar medidas para que no deban cambiar de presentación y envase con frecuencia, entre ellas, la implantación en las farmacias comunitarias de servicios profesionales asistenciales de Revisión de Uso de los Medicamentos y Adherencia. En línea con ello, Podemos plantea crear comités de encuentro entre farmacéuticos comunitarios y de atención primaria con médicos de AP y personal de enfermería para la creación de líneas de trabajo conjuntas y el abordaje de casos y problemas comunes y concretos. Entre éstas líneas de trabajo se incluirán “la figura del farmacéutico como agente de salud integrado en el sistema sanitario público como modelo alternativo al tradicional de la oficina de farmacia”.

A todo ello le sigue la revisión del sistema de subastas, estableciendo “mayores sanciones” en caso de producirse desabastecimientos por parte del laboratorio ganador de la presentación, así como un mayor control y transparencia de todo el proceso. Será la Administración, según Podemos, “quien determine qué se entiende por desabastecimiento y quien las fiscalice, ejecutando y publicando las sanciones en caso de incumplimiento de manera semestral”.

Otras medidas pasan por estudiar en el CISNS un sistema para la prescripción y dispensación de medicamentos en monodosis; así como que todos los genéricos cuenten con la misma isoapariencia; por instaurar la dispensación en centros de salud de algunos productos farmacéuticos de alto valor terapéutico y alta coste-efectividad y por iniciar una experiencia piloto de preparación de la medicación semanal (pastillero) por técnicos en cuidados auxiliares de enfermería en pacientes polimedicados.

En el ámbito del copago, la batería de medidas incluyen el establecimiento de mecanismos de protección frente a las dificultades en el acceso a medicamentos; el reintegro por parte del SAS del coste de los medicamentos y productos farmacéuticos considerados de alto valor terapéutico y que quedaron desfinanciados tras los medicamentazos de 1998 y de 2012; el establecimiento en Andalucía de “una estructura fuerte de evaluación de nuevos medicamentos y emisión de recomendaciones de utilización en función de su coste-efectividad que sea vinculante para el sistema sanitario y trabaje con la máxima transparencia y participación profesional y ciudadana” y el fomento de nuevas formas de contrato de riesgo compartido para la introducción de medicamentos innovadores.

En materia de investigación, Podemos plantea establecer criterios de transparencia en la investigación financiada con fondos públicos y que el presupuesto destinado a investigación sea finalista en tareas exclusivas de investigación; incrementar el esfuerzo en línea de investigación de enfermedades raras coordinándose el sistema sanitario público andaluz con el resto de servicios sanitarios regionales del país “para paliar en la medida el problema de medicamentos huérfanos buscando abaratar su coste unitario”;

Por último, Podemos plantea realizar una campaña pública que amplíe el “conocimiento riguroso sobre las vacunas, en especial las concernientes al calendario oficial en la etapa infantil y sobre las que hay evidencia científica de sus beneficios”.

La industria farmacéutica y la evaluación

La industria farmacéutica tiene su propio apartado en el programa sanitario de Podemos. Cuenta con dos puntos: una apuesta por “fomentar la investigación biosanitaria con criterios de interés general y financiación pública suficiente, evitando la influencia negativa del lobby farmacéutico sobre qué y cómo se investiga” y un compromiso para iniciar “la producción pública de los productos farmacéuticos esenciales para Andalucía”.

La evaluación es otra de las tónicas del programa de la formación morada. Podemos propone evaluar la accesibilidad efectiva al sistema sanitario y plantea evaluar prestaciones e infraestructura, dando poder a una “Agencia de Evaluación de Tecnologías y Políticas Sociales y Sanitarias (coordinada con sus entes homólogos a nivel estatal) de carácter independiente del poder ejecutivo, para la toma de decisiones y haciendo públicos sus informes y dictámenes, que evitarán en todo caso entrar en colusión con la industria farmacéutica y biotecnológica”. En este punto también propone implantar un “programa continuo de reinversión para la retirada de prestaciones que no sean útiles o la reincorporación de otras nuevas”, así como introducir plazos para evaluar la utilidad de las políticas.

Al igual que PSOE y PP, Podemos plantea fijar por ley un suelo de gasto garantizado del 7 por ciento del PIB andaluz para sanidad, o bien uno superior para que el gasto sanitario por persona y año en Andalucía nunca se encuentre por debajo de la media nacional. Asimismo, propone fijar un umbral mínimo de financiación para Atención Primaria del 20 por ciento respecto del gasto sanitario total, y del 2 por ciento para Salud Pública.