El gasto del sistema sanitario español se convirtió en 2019 en un 9,3 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB). Así se desprende del informe de resultados del Sistema de Cuentas de Salud (SCS) 2019, operación estadística que elabora el Ministerio de Sanidad, a través de la Subdirección General de Cartera de Servicios del SNS y Fondos de Compensación de la Dirección General de Cartera Común de Servicios del SNS y Farmacia del Ministerio de Sanidad. Según este estudio, en 2019 ascendió a un total de 115.458 millones de euros, un incremento de un 5 por ciento respecto al año 2018.
Del total de gasto sanitario, un total de 81.590 millones fueron financiados por el sector público, un 5,4 por ciento más que 2018, lo que representa el mayor incremento del gasto sanitario público de los últimos 5 años, además de suponer el 6,6 del PIB. Por otro lado, y en relación a la población, el gasto sanitario total ascendió a 2.451 euros por habitante en 2019, lo que supone un incremento de un 4,1 por ciento en comparación con el curso predecesor.
El gasto sanitario por habitante ascendió a 2.451 euros, un 4,1% más que en 2018
En cuanto a la participación de las distintas administraciones en la financiación del gasto sanitario público, las autonómicas, con una participación del 92,3%, fueron el agente que soportó una mayor carga en la financiación sanitaria pública. Los hogares, con una contribución del 73,2 por ciento, fueron el agente con mayor peso en la financiación sanitaria privada.
El SCS también pone de relieve que, según la función de atención de la salud, más de la mitad del gasto sanitario total se destinó a servicios de asistencia curativa y de rehabilitación y según el proveedor de atención de la salud, el gasto de los hospitales supuso el mayor porcentaje del gasto sanitario total, con un 44,7 por ciento, seguido del gasto de los proveedores de atención ambulatoria, con un 23,2 por ciento.
Gasto de bolsillo en sanidad
Por último, el informe de resultados del Sistema de Cuentas de Salud revela que un 52,6 por ciento de los “gastos de bolsillo” de los hogares en sanidad se destinó a productos médicos dispensados a pacientes ambulatorios, principalmente dispositivos terapéuticos y otros productos médicos no perecederos, entre los que se incluyen gafas, lentes de contacto o audífonos.
El SCS ha sido adoptado por la OCDE, el Eurostat y la OMS como referente para la recogida y tratamiento de la información sobre gasto sanitario, de cara a hacerla comparable entre los países miembros de estas organizaciones.
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