El gasto sanitario en España continúa su tendencia a la baja. Hasta 2009 mostraba un perfil creciente, que se ha revertido en los últimos años, tanto en términos de gasto per cápita como de porcentaje del PIB. De esta forma, entre 2009 y 2015, el gasto público en salud disminuyó en 0,9 puntos del PIB, reduciéndose en un 5,3 por ciento. Así la inversión pasó de ser de 68.870 millones de euros en 2009 a 65.199 millones de euros en 2015. Así se desprende del informe Spain Health System review 2018, elaborado por el Observatorio de la OMS, en el marco de una serie de informes que revisan los sistemas sanitarios europeos con la colaboración del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (IACS)y la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria (Sespas). Aún así, según el informe, desde el 2015 se observa un cambio de tendencia.
En este sentido, el gasto público en sanidad representa el 71,1 por ciento del gasto total en salud, cifra que ha fluctuado en las últimas décadas. Por su parte, el privado siguió una tendencia en forma de U, con un fuerte cambió en 2010.
A pesar de estos recortes, el informe muestra la resistencia del sistema a las medidas acometidas para mantener la sostenibilidad del mismo, sin afectar a la atención sanitaria. Pese a ello, los autores insisten en la necesidad de mejorar los recursos, la eficiencia técnica y la implicación de los propios pacientes en su estado de salud.
Comparativa europea
En 2015, España invirtió el 9,3 por ciento de su PIB en salud tanto en el sector público como en el privado. Esta cifra es similar a la de países como Reino Unido con un 9,9 por ciento e Italia con un 9 por ciento. Aun así se encuentra muy por debajo de países como Suecia (11 por ciento) o con modelos basados en la seguridad social, como Francia o Alemania, con un 11,1 y 11,2 por ciento respectivamente del PIB dedicados a salud.
Además, el gasto per cápita en nuestro país se encuentra por debajo de Reino Unido e Italia, y por encima de Grecia y Portugal según datos de la OMS que recoge este informe.
En lo que se refiere a la participación del sector público en el gasto en salud, España alcanza un 71 por ciento. Esta cifra es menor que la mayoría de países vecinos como Reino Unido, con un 80 por ciento o Francia con un 79 por ciento.
Si desglosamos el gasto en salud pública, las cifras muestran que la partida con mayor porcentaje es la atención hospitalaria, que ascendió en 2015 al 54,5 por ciento del gasto en salud. Por su parte, la ambulatoria acaparó el 15,4 por ciento del gasto, seguida de los productos farmacéuticos con un 14,1 por ciento.
El informe también refleja cómo se financian los servicios. Mientras que la atención hospitalaria y la salud pública se financian principalmente con los presupuestos del gobierno, los fondos para otros servicios se comparten entre estos presupuestos y la financiación mediante copago. De esta forma, la atención ambulatoria se financia en un 42,6 por ciento con fondos públicos y un 43,2 por ciento con el copago, mientras que la prestación farmacéutica se cubre con presupuestos del gobierno en un 56,3 por ciento y con copago en un 40,7 por ciento.
Por otro lado, según las estadísticas de gasto público sanitario en España, se observa una reducción del 12,2 por ciento en los gastos de asistencia sanitaria pública entre 2009 y 2015, lo que equivale a una reducción de 0,6 puntos del PIB desde el año 2009. Los datos oficiales sugieren que esta reducción se produjo por la disminución de personal sanitario, los productos farmacéuticos y los gastos de inversión. En este sentido, el informe compara el gasto farmacéutico antes y después de 2012, cuando los gastos farmacéuticos fueron modificados por el RDL 16/2012, se produjo un descenso de más del 18, 7 por ciento. Este descenso supuso una disminución de 1.944 millones de euros en 2014 en comparación con el año 2011.
Mecanismos de pago en salud
El informe también recoge un análisis sobre los mecanismos de pago que se utilizan en España para financiar la atención sanitaria. En primer lugar, recoge cómo se financian los servicios de salud. La mayoría de los financiados por fondos públicos en España se basan en acuerdos contractuales entre el Servicio Regional y el Hospital o Centro de Atención Primaria. En este sentido, el informe refleja que desde 2010 algunos departamentos de salud se han dirigido a la contratación de servicios integrados que antes cubrían los hospitales o la atención primaria. En este sentido destaca País Vasco, que ha desarrollado Organizaciones Integradas de Atención Primaria.
Por otro lado, se analiza la financiación de los hospitales a través de presupuestos globales. La parte principal del presupuesto se fija por medio de una fórmula que da cuenta del número de altas, el peso de la mezcla de casos y una tarifa relacionada con la estructura.