Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 22 de febrero de 2019 h |

No sólo la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados puede presumir de haber sido una isla para los acuerdos en una de las legislaturas más ‘broncas’ que se recuerdan en el debate político. Los portavoces de Sanidad del Senado se despidieron de la legislatura con un orgullo difícil de trasladar con palabras, sabedores de que han logrado lo que parecía imposible: un pacto de todos los partidos, sin fisuras, para dotar al Sistema Nacional de Salud de una herramienta política que cualquier gobierno futuro, con independencia de su signo político, podrá utilizar para conseguir que España se sitúe a la vanguardia de la medicina personalizada y la Genómica.

Los portavoces de Sanidad del PP y PSOE en la Cámara Alta, Antonio Alarcó y José Martínez Olmos, respectivamente, coincidieron al calificar el trabajo de la Ponencia que durante un año y medio ha escuchado, en 19 sesiones, a expertos de todos lo sectores como un “pacto de Estado”, tanto por su alcance como por sus posibles repercusiones. Del seguimiento de estas conclusiones, que ahora pasan a disposición de la Mesa del Pacto por la Sanidad y de las comunidades autónomas en el seno del Consejo Interterritorial —el Ministerio de Sanidad ya lo tiene en su radar, tal y como confirmó la semana pasada María Luisa Carcedo—, depende en parte que España se sitúe a la vanguardia mundial “en una parte de la medicina que está produciendo una revolución en el diagnóstico y en el tratamiento de enfermedades y que está dando esperanza a millones de pacientes de enfermedades raras”, tal y como destacó Martínez Olmos. Alarcó añadió su potencial como “factor de cohesión territorial”, a imagen y semejanza de lo que hoy son los trasplantes, y como “cambio de paradigma” de utilización imprescindible para que la sanidad sea equitativa y sostenible.

No fue el único punto resaltado por los portavoces. Así, Martínez Olmos hizo hincapié en cómo la Comisión de Sanidad del Senado ha trabajado para proteger la confidencialidad de base genética y cómo la ponencia ha hecho un hueco a la industria. “Estamos en una sociedad global; los precios de la innovación tienen que ser justos. Por eso pedimos transparencia. Si hay transparencia no puede haber sospecha de precios abusivos (…) Para eso también nos tiene que acompañar las compañías”, expuso.