El Partido Popular ha registrado un Proposición No de Ley (PNL) en la que apuestan por configurar un Plan Estratégico Nacional para el abordaje de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) en el Sistema Nacional de Salud (SNS). Como abunda la iniciativa, existe un documento marco que data de 2015 “que precisa ser actualizado y adaptado” de cara a dar respuesta a los retos que plantean esta patología; concretamente, tanto en lo referente al acceso y calidad de los tratamientos, como en materia de prevención y desafíos que necesitan de un cambio cultural.

Así las cosas, la PNL pide el desarrollo de una hoja de ruta consensuada con CC. AA., sociedades científicas y asociaciones de pacientes, sobre la cual debe velarse acerca de su aplicación efectiva y homogénea, con indicadores de cumplimiento que verifiquen los avances.

Como recuerdan el PP en el texto, la ERC es la segunda enfermedad cuya mortalidad y discapacidad más aumentó entre los años 2006 y 2016, tras el Alzheimer. A ello se añade que, de los 55 millones de muertes que se produjeron en 2019 en el mundo, “el 55 por ciento se debió a diez patologías, entre las cuales se situaba por primera vez la enfermedad renal”, tal y como indicaba un informe de la OMS.

Todo ello, argumentan, “a pesar de los inmensos logros que en países con sistemas sanitarios avanzados como el nuestro se han realizado en el tratamiento de esta enfermedad”. A este respecto, estiman necesario abordar medidas y estrategias de prevención y detección temprana como parte del citado Plan Nacional.

Detección precoz y cambio cultural

La iniciativa insiste en la necesidad de avanzar en la prevención y el diagnóstico como objetivo prioritario en el abordaje de esta patología. No en vano, en la exposición de motivos, identifican su detección temprana y la ausencia de cultura de prevención como dos déficits que afectan especialmente en el caso de la ERC, cuyo impacto registra una curva ascendente.

Asimismo, el Grupo Popular insiste en diversos apartados de la iniciativa registrada en el Congreso en las barreras de desconocimiento y falta de sensibilización con respecto a este tipo de patología. Según abunda la formación proponente, es necesario conseguir mejorar la calidad de vida de las personas diagnosticadas y en tratamiento. “Es fundamental avanzar en el fomento de los tratamientos domiciliarios de la enfermedad renal”, defienden.

Para ello consideran preciso promover un gran cambio cultural por parte de los profesionales y los pacientes, el cual también ha de producirse, a juicio del PP, en lo relativo a los trasplantes. “Existe un importante desequilibrio entre el número de pacientes en lista de espera y la oferta de órganos para el trasplante”, señala la PNL.


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