El Parlamento Europeo ha respaldado las nuevas normas para determinar si una actividad económica es medioambientalmente sostenible. En este sentido, la propuesta legislativa ha establecido seis objetivos medioambientales. De esta forma, una actividad económica es considerada sostenible si contribuye al menos a uno de ellos, sin perjudicar de manera significativa a ninguno de los otros.
La normativa entrará en vigor después de su publicación en el Diario Oficial. La Comisión actualizará los criterios periódicamente y antes del 31 de diciembre del 2021 deberá revisarlos. Asimismo, se encargará de definir criterios para identificar las actividades que tengan un efecto negativo.
Los objetivos que deben perseguir las distintas actividades económicas deben abordar la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo. De la misma forma comprenderá el uso sostenible y la protección de los recursos hídricos y marinos, otra de las claves junto a la transición a una economía circular. Por último, la prevención y el control de la contaminación, junto a la protección de biodiversidad, conforman los objetivos clave para la sostenibilidad europea.
Inversiones sostenibles para atraer capital
El Parlamento Europeo califica como “fundamentales” los criterios sobre inversiones sostenibles, ya que son necesarios para “atraer más dinero público y privado”. En este sentido, esta línea de trabajo también impulsa un avance hacia la neutralidad de emisiones en 2050, en consecución con el Pacto Verde Europeo.
“La clasificación de las inversiones en función de la sostenibilidad medioambiental es un avance fundamental, además de un punto de inflexión en la lucha contra el cambio climático”. Así lo señalaba Sirpa Pietikainen (PPE, Finlandia), responsable de la tramitación del texto en la comisión de Medio Ambiente.
Por otro lado, el Parlamento Europeo destaca que estos criterios evitan “el ecoblanqueo”, es decir, cuando se clasifica como ecológico o sostenible algo que realmente no lo es.
“Todos los productos financieros definidos como sostenibles tendrán que demostrarlo en base a criterios estrictos y ambiciosos”, agregaba Bas Eickhout (Verdes/EFA, Países Bajos), ponente de la comisión de Asuntos Económicos.
La Comisión Europea calcula que Europa necesita alrededor de 260.000 millones de euros anuales en inversión adicional para alcanzar los objetivos climáticos.
Recuperación verde
En este sentido, los eurodiputados pidieron que las inversiones dentro del plan de recuperación tras la pandemia de la COVID-19 den prioridad al capítulo verde.
En relación a todas las actividades que “resultan necesarias en la transición hacia una economía de emisiones cero”, pero resultan incompatibles con la neutralidad climática, serán clasificadas como “actividades de transición o habilitadoras“. A pesar de ello, las emisiones de gases de efecto invernadero que produzcan deberán estár al nivel de los mejores resultados de su sector.
En este sentido, materiales como los combustibles fósiles sólidos, el carbón o el lignito están excluidos, pero el gas o la energía nuclear podrían ser etiquetados con esta mención.