El Congreso de los Diputados aprobó ayer el decreto que regula la ejecución de los fondos europeos para la recuperación económica y social post-COVID-19. El Gobierno ha conseguido sacar adelante este decreto con el apoyo de EH Bildu, y gracias a la abstención de Vox, lo que ha causado una gran sorpresa.

El Ejecutivo estuvo a punto de sufrir una derrota debido al unánime voto en contra del Partido Popular y Ciudadanos. Sin embargo, tras varias horas de debate, la decisión de Vox permitió al Gobierno sacar el decreto con 170 votos a favor, 126 en contra y 52 abstenciones.

Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia

Un día después de la aprobación del decreto, Nadia Calviño, vicepresidenta tercera, ha comparecido en una sesión extraordinaria de la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital, para informar sobre el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la economía española y los fondos asociados al mismo.

Según la ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la ejecución de los fondos es una “prioridad” para el Gobierno. Y es que la irrupción de la COVID-19 ha tenido fuerte impacto en la economía española por las necesarias medidas de contención de la primera ola. Sin embargo, Calviño ha destacado la “progresiva recuperación” con la desescalada de medidas.

La vicepresidenta tercera considera que la respuesta fiscal y monetaria a la pandemia desde el ámbito nacional, “aunque coordinada con los socios europeos”, está siendo eficaz y está evitando daños en nuestro tejido productivo. Por eso ahora es importante continuar ejecutando con rapidez las inversiones y reformas previstas, con la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado de 2021 y la puesta marcha del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.

Instrumentos de financiación

Para llevar a cabo este ambicioso plan de recuperación, contamos con los nuevos instrumentos de financiación aprobados por el Consejo Europeo y, en particular, con el mecanismo Next Generation EU. Según ha explicado Calviño, es un mecanismo muy diferente de los fondos estructurales y los instrumentos europeos que existían hasta ahora, pero cuyo impacto sobre la economía de nuestro país para el futuro “puede ser equiparable al que tuvieron los fondos estructurales en los años 80 y 90, en términos de modernización de la estructura económica y social de nuestro país”.

Calviño ha recordado que la dotación correspondiente para nuestro país de Next Generation EU asciende a unos 140.000 millones de euros en total en el periodo 2021-2026, “con casi 70.000 millones de euros en transferencias del mecanismo de recuperación y resiliencia entre este año y 2023, a los que se sumarían los más de 70.000 millones de euros en créditos que potencialmente podemos movilizar hasta 2026”. Y todo ello sin olvidar también los 12.400 millones de euros del conocido como ReactEU, para responder a la pandemia y, por tanto, para invertir en el ámbito de la salud y la educación.

A estas cifras se suman los más de 36.000 millones de euros de los fondos estructurales, es decir, los Fondos FEDER y el Fondo Social Europeo, previstos en el marco financiero plurianual de 2021-2027, y el resto de programas comunitarios.

Las inversiones ligadas a los fondos Next Generation EU permitirán movilizar inversiones privadas por unos 500.000 millones de euros en los próximos años. “Según nuestras previsiones, el impacto a corto plazo si desplegamos íntegramente este plan, podría ascender a más de dos puntos porcentuales adicionales de crecimiento del PIB”, ha destacado la ministra.


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