María Clara Montoy Madrid | viernes, 28 de abril de 2017 h |

España lleva a cabo alrededor de unas 3,5 millones de intervenciones quirúrgicas cada año y de estas, se estima que un 40 por ciento de los pacientes experimenta un dolor que va de moderado e intenso dspués de la operación.

Para tratar este problema asistencial, expertos del sector público y privado participaron en el café de redacción ‘Nuevas necesidades en el manejo del dolor agudo postoperatorio’, organizado en la sede de Wecare-u y coincidieron en que este es un “problema de trascendencia que requiere un mejor abordaje”.

Según explicó el director gerente del Hospital Puerta del Hierro, Ricardo Herranz, la gestión óptima “empieza en el preoperatorio” y el manejo del dolor además de ser “uno de los puntos clave de los hospitales, es una de las principales reivindicaciones del sistema”.

La subdirectora general de Calidad y Cohesión del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Paloma Casado, apostó por “compartir, cohesionar y medir” como estrategia frente al dolor y habló del grupo de abordaje de la cronicidad, que cuenta con un representante de cada comunidad autónoma, impulsado por la cartera de la ministra de Sanidad, Dolors Montserrat. Este grupo busca “mejorar la formación de los profesionales y dar un mayor empoderamiento al paciente, quien necesita conocer que el dolor tiene un tratamiento”.

Un abordaje integral

En palabras de Herranz, este problema requiere “un abordaje integral” ya que su manejo es un “proceso”. Por su parte, el director médico de continuidad asistencial en la Fundación Jiménez Díaz, Javier Dodero , alertó que desde el punto de vista de la calidad asistencial hay “un problema de formación en el que es necesario hacer una sensibilización de profesionales”.

Dodero, también apostó por “aplicar más técnicas de comunicación por medio de las tecnologías de la información y comunicación (TICs)” porque “aún no se han logrado los resultados esperados”.

Las barreras que encuentran los profesionales en su día a día para tratar el dolor agudo postoperatorio son, sobre todo, “organizativas”, afirmó la anestesióloga del Hospital de Martorell, Neus Esteve.

La representante de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), Nuria Sala, explicó que esta entidad está explorando datos que han demostrado que “no hay tantas unidades del dolor y que debería haber, un apoyo para potenciar más herramientas que aborden esta cuestión”.

Para el Javier Dodero el abordaje requiere “una estrategia compartida” y por eso es “imprescindible que sea integral, algo que hasta ahora no existe”. Herranz dijo que el “principal obstáculo” es el tratamiento que se da al dolor y por ese motivo, considera necesario “crear estrategias de buena organización que sean bien utilizadas y que atraigan un área de influencia”.

El dolor en el ámbito de las mujeres

Durante el café también se habló del dolor desde una perspectiva de género. Paloma Casado, explicó que un 25 por ciento de la población siente dolor “al menos una vez al mes”, aunque la prevalencia aumenta cuando se trata de las mujeres, quienes a partir de los 80 años “alcanzan cifras hasta del 60 por ciento”.

Por su parte, Neus Esteve lamentó la “falta de concienciación” en la obstetricia y el “infratratamiento que hay en los procesos ginecológicos”.Por este motivo, Ricardo Herranz sugirió hacer “una mayor observación entre adultos y mayores y entre hombres y mujeres”, una opinión con la que coincidió Sala, quien pidió la creación de índices “para ver cómo cronificar”.

En el encuentro también se cuestionó si el profesional entiende el dolor agudo postoperatorio como un proceso o un tratamiento y Paloma Casado destacó como logro el “cambio de mentalidad” de los últimos años ya que se ha “facilitado la gestión y el paciente recibe información sobre su proceso de una forma que no se ve extraña”. Además subdirectora general de Calidad y Cohesión recordó que aunque “no es fácil establecer marcos comunes, comparables y homogéneos, sería interesante compartir bases de datos, aunque a nivel macro lo más importante es pactar criterios y así ver a qué niveles hay que llegar en el Sistema Nacional de Salud”.