C. R. Madrid | miércoles, 26 de septiembre de 2018 h |

El Pleno del Congreso de los Diputados ha rechazado la toma en consideración de una Proposición de Ley presentada por el Grupo Parlamentario Mixto (Unión del Pueblo Navarro), que tenía por objeto modificar de nuevo la Ley de Garantías y Uso Racional de los Medicamentos y Productos Sanitarios para introducir medidas favorables a los medicamentos genéricos. Efectuada la votación, la iniciativa registró 76 votos a favor (los del grupo proponente y Podemos); 137 en contra (el PP) y 131 abstenciones (el resto de grupos).

La PL, defendida por el diputado Iñigo Alli Martínez, proponía cambiar tres artículos —el 87, el 89 y el 98— del Real Decreto Legislativo 1/2015, para establecer “que la prescripción se realice efectivamente por principio activo, para que el farmacéutico deba dispensar el medicamento de precio más bajo de su agrupación homogénea, y en caso de igualdad de precio, el medicamento genérico”… Una prioridad del genérico ante la marca en igualdad de precios que, según UPN, también se aplicaría a la “potestad del farmacéutico de sustituir el fármaco prescrito a un paciente si este tiene un precio superior al de su agrupación homogénea, cambiándolo en este caso por otro más barato por el bien de la economía —también la de los pacientes— y cuando haya problemas de desabastecimiento del fármaco prescrito y este pueda ser sustituido”.

En segundo lugar, la propuesta de Unión del Pueblo Navarro establecía que los medicamentos autorizados no se incluirán en los conjuntos ya existentes en el sistema de precios referencia, ni podrán formar conjuntos nuevos hasta transcurrido un año —doce meses— de su inclusión en el Sistema Nacional de Salud, salvo que sus titulares decidieran voluntariamente rebajar su precio hasta igualar el de referencia.

De la abstención al voto en contra

Pretendía el grupo proponente abrir un debate en busca de amplios consensos. Consiguió lo primero, pero no lo segundo. El grupo socialista calificó la proposición como un “mero retoque”, cuando lo que necesita la política farmacéutica es una “planificación general”. La diputada Miriam Alconchel anunció la abstención del PSOE tras calificar el texto de “poco ambicioso”, “parcial”, “falto de estrategia” y carente de una correcta valoración del impacto económico. “Mide tan mal el impacto económico —añadió— que incluso propone una modificación del artículo 98 [relativo al sistema de precios de referencia], que supondría un coste para el SNS”.

Los votos en contra llegaron del PP. En las labores de portavoz estaba Rubén Moreno, que centró sus argumentos en lo que para él constituye el eje de la propuesta de UPN: para él, “excluir estrictamente” la marca que ha perdido la patente “va contra el sentido común, porque todos los médicos prescriben por principio activo, porque todos los medicamentos valen exactamente igual, porque los pacientes hoy pueden elegir esa marca al mismo precio y porque va contra las normas de la competencia.

En este sentido, Moreno recordó los vaivenes de la política farmacéutica en este sentido: la prioridad del genérico ante la marca en igualdad de precio la introdujo la ex ministra Elena Salgado y la sacó Trinidad Jiménez; la volvió a introducir Ana Mato y la volvió a sacar Alfonso Alonso porque, según Moreno, “no era sostenible”. En este último proceso, el Ejecutivo firmó con la industria innovadora un convenio que, si bien no se pudo replicar con la de genéricos, también permitió dar a este sector herramientas para competir: la eliminación del tope 10 por ciento al descuento en farmacias que había sido establecido por el PSOE y la limitación de la denominación EFG a los genéricos.