Carlos B. Rodríguez Madrid | jueves, 05 de diciembre de 2019 h |

No hace mucho que el Comité Farmacéutico, el órgano consultivo de la Comisión Europea, mantuvo un debate sobre los desafíos y oportunidades que se presentan en la legislación farmacéutica comunitaria, tras el cual se identificaron varios ámbitos políticos que requieren atención. El siguiente paso de este proceso —el pasado 7 de noviembre, durante el 84º Encuentro del Comité Farmacéutico— ha sido un necesario alto en el camino, que permita a los expertos reorientar el abordaje de esos desafíos a la luz de las líneas estratégicas marcadas por la nueva Comisión Europea.

Las acciones y prioridades generales fueron marcadas por la presidenta, Ursula von der Leyen, en su carta de misión a la comisaria de Salud, Stella Kyriakides. En el área de Farmacia, eran cuatro: primero, buscar formas de ayudar a garantizar un suministro de medicamentos asequibles para hacer frente a las necesidades de los ciudadanos europeos, apoyando al mismo tiempo a la industria farmacéutica europea para asegurar que siga siendo un líder mundial en innovación; segundo; profundizar en la comunicación en torno a los beneficios de la vacunación; tercero, abordar la prevención, el diagnóstico y el tratamiento en un Plan que permita vencer al cáncer en Europa; y cuarto, trabajar por la plena aplicación del Plan de Acción One Health con las resistencias antimicrobianas y colaborar con los socios internacionales en la consecución de un acuerdo mundial sobre el uso y el acceso a los antibióticos.

Abordando las resistencias

Teniendo en cuenta la complejidad inherente al proceso de mapeo y organización de la labor del Comité, los servicios de la Comisión proponen que se diseñe un proceso de trabajo ad hoc para las prioridades de este periodo, lo que implicará retocar el esquema actual, estructurado en torno a tres grandes ejes: innovación sostenible, acceso y seguridad en la cadena de suministro. Los tres, según reflejan las actas del Comité, responden a una doble necesidad común: reducir las cargas administrativas y regulatorias y garantizar la flexibilidad y sostenibilidad de la cadena del medicamento, la visión de futuro del sector, la trazabilidad y la confianza general en el sistema.

Como tal, estos ejes generales encajan a la perfección con las líneas estratégicas que Von der Leyen ha marcado a la nueva comisaria de Salud. Y en especial es así en el ámbito de la lucha contra las resistencias, uno de los asuntos que, precisamente, fueron objeto de discusión en la última reunión del Comité. El punto del cual parten los expertos es de sobra conocido: aunque la consecución de un ‘nuevo modelo comercial’ se ha convertido en una frase de moda en todas las discusiones políticas, nadie ha conseguido todavía aportar una solución sostenible al problema de la falta de desarrollo de nuevos antimicrobianos.

Pero a la hora de abordar las causas de esta situación, los expertos se desmarcan del ‘ruido’ que por lo general se asocia a la situación del modelo de I+D y que considera un “fallo del mercado” que no se hayan descubierto nuevos antibióticos durante décadas, para abordarlo más bien, tal y como reflejan las actas del encuentro, como una ‘lógica’ de mercado. “Como el uso de nuevos antimicrobianos debe restringirse para minimizar el riesgo de desarrollo de resistencia, existe un desincentivo comercial para invertir en antimicrobianos”, apuntan.

En línea con esta idea, los expertos subrayan que “sigue sin estar sobre la mesa un modelo que asegure la rentabilidad de la investigación en el sector privado”. Todo ello da forma a dos de las tres grandes preguntas a las que este Comité quiere dar respuesta: ¿Cuáles deben ser los principales aspectos de una nueva política de incentivos al desarrollo de nuevos antibióticos? ¿Cómo diseñar un sistema que, además de incentivar la I+D, aborde también desafíos como la disponibilidad de antibióticos y su uso adecuado?

A la hora de buscar respuestas a estas incógnitas y nuevos enfoques en el abordaje de las resistencias —entre otros, cómo fomentar la I+D, involucrar al sector público en la orientación de la misma o desvincular el retorno de la industria del volumen de ventas— los expertos se han autoencargado otra tarea. Debido a las similitudes que encuentran en el desarrollo de nuevos antibióticos y de medicamentos huérfanos y pediátricos, han decidido mirar a estos campos, en los que la Comisión está finalizando una evaluación de la legislación y de los incentivos. Los expertos confían en que sus resultados ofrezcan nuevas pistas que allanen el camino hacia el desarrollo de terapias antimicrobianas efectivas y asequibles.