El Comité Conjunto sobre Vacunación e Inmunización (JCVI) de Reino Unido ha lanzado la recomendación al Gobierno de desarrollar un Programa de Inmunización frente al virus respiratorio sincitial (VRS), que sea “rentable”, tanto para bebés como para adultos mayores.
Este asesoramiento emitido por el Comité británico llega tras reconocer la existencia de una carga significativa de la enfermedad en la población de Reino Unido y una “necesidad de salud pública insatisfecha” con gran impacto en el Servicio Nacional de Salud (NHS) durante los meses de invierno. Así, ha propuesto al Departamento de Salud y Atención Social (DHSC) considerar el desarrollo de políticas sobre las intervenciones ante el virus y permitir una suficiente anticipación para la planificación necesaria de un potencial Programa de Inmunización frente al VRS.
El JCVI se ha servido del modelo del impacto y la rentabilidad de las posibles estrategias de inmunización de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, junto con el modelo de segunda opinión de otros grupos académicos. Tal y como explica el Comité, la rentabilidad es “un factor clave” en sus consideraciones, que se utiliza para “garantizar que los recursos limitados del servicio de salud se utilicen para maximizar la salud de la población”.
Desarrollo de innovación frente a VRS
El Comité británico lleva revisando la evidencia más reciente sobre los desarrollos de las innovaciones para la inmunización frente al VRS y la enfermedad provocada por este virus para proteger tanto a los recién nacidos y los lactantes, como a los adultos mayores.
De este modo, ha analizado los datos de eficacia, seguridad y duración de la protección aportados por los fabricantes de estos productos, junto con los datos clínicos y epidemiológicos sobre la carga de VRS en los colectivos de personas anteriormente citados.
Protección en bebés
Para la protección de neonatos y lactantes, Sanofi y AstraZeneca han desarrollado el anticuerpo monoclonal Beyfortus (nirsevimab) para la prevención de la enfermedad de las vías respiratorias inferiores producida por el VRS, que fue autorizado por la agencia reguladora británica en noviembre de 2022 –en España ya está disponible y financiado públicamente desde mayo de 2023–.
Por otra parte, la compañía Pfizer ha desarrollado una vacuna candidata materna bivalente VRS de prefusión F, RSVpreF, que se ha sometido a ensayos clínicos y es posible que sea autorizada este mismo año.
Ante estas innovaciones, el JCVI apunta a un programa de inmunización pasiva (anticuerpos monoclonales) estacional, estacional con recuperación o durante todo el año para recién nacidos, como una opción “rentable” en un rango de precios potenciales que combinan el coste del producto y su administración. Del mismo modo, asegura que un programa de inmunización activa materna estacional o durante todo el año también podría ser rentable.
Aunque a expensas de la autorización de la vacuna materna de Pfizer, el Comité británico considera que ambas opciones –tanto la inmunización materna como la inmunización de bebés con el anticuerpo de Sanofi y AstraZeneca– se deben considerar para forjar un programa universal.
Protección en adultos
Para los adultos mayores, hay tres vacunas de VRS en desarrollo (la vacuna adyuvada de prefusión F de GSK, la vacuna de prefusión F de Pfizer, y la vacuna de ARNm de Moderna) con posibles plazos para su autorización en 2023 o principios de 2024.
Arexvy, la vacuna de GSK, ha sido autorizada recientemente por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), convirtiéndola en la primera vacuna aprobada en Europa para proteger del VRS a los adultos mayores de 60 años, así como para prevenir la enfermedad del tracto respiratorio inferior.
Además, un cuarto producto, una vacuna modificada contra el virus Vaccinia Ankara, de Bavarian Nordic, se encuentra actualmente en ensayos de fase 3.
Ante estas vacunas, el JCVI no recomienda una por encima de las otras, ya que “la eficacia es ampliamente comparable” y, por tanto, todas pueden considerarse igualmente adecuadas para la protección del VRS en un adulto mayor.
En este sentido, el Comité británico aconseja un programa para adultos mayores de 75 años con una protección multianual de una sola dosis. Así, es partidario de una campaña única como estrategia para este programa con la oferta inicial que cubre varias cohortes de edad y, después, un programa de rutina para las personas que cumplen 75 años.