La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha informado sobre la existencia de una nueva variante de la COVID-19, llamada EG.5, que podría incrementar los contagios en el mundo, aunque no se ha demostrado que cause más hospitalizaciones.
Así lo ha confirmado la Organización pública en un comunicado en el que ha calificado a esta variante “de interés” pero con una amenaza “baja” para la salud pública.
EG.5 es una variante de XBB.1.9.2. Se detectó por primera vez el 17 de febrero y se vigiló desde el 19 de julio. Tiene una mutación extra F456L en la proteína espiga que le da ventaja de crecimiento y capacidad de escapar al sistema inmunitario. Dentro de EG.5, la subvariante EG.5.1 tiene otra mutación Q52H en la espiga y representa el 88 por ciento de las secuencias disponibles.
La OMS ha señalado que EG.5 no ha provocado cambios en la gravedad de la enfermedad. Aunque se han registrado aumentos en las hospitalizaciones por COVID-19 en países como Japón y Corea del Sur, no se han relacionado con esta nueva variante.
No obstante, la OMS también ha advertido que EG.5 “puede causar un aumento de la incidencia de casos y convertirse en dominante en algunos países o incluso a nivel mundial”.
La prevalencia global de la variante ha aumentado de forma constante, según ha explicado la OMS en su comunicado. Entre el 17 y el 23 de julio, fue del 17,4 por ciento, lo que supone un gran salto respecto al 7,6 por ciento de cuatro semanas antes. Hasta el 7 de agosto, se han recogido 7.354 secuencias de EG.5 de 51 países. La mayoría vienen de China (30,6 por ciento, 2.247 secuencias).
Los otros países con al menos 100 secuencias son Estados Unidos (18,4 por ciento, 1356 secuencias), República de Corea (14,1 por ciento, 1.040 secuencias), Japón (11,1 por ciento, 814 secuencias), Canadá (5,3 por ciento, 392 secuencias), Australia (2,1 por ciento, 158 secuencias), Singapur (2,1 por ciento, 154 secuencias), Reino Unido (2,0 por ciento, 150 secuencias), Francia (1,6 por ciento, 119 secuencias), Portugal (1,6 por ciento, 115 secuencias) y España (1,5 por ciento, 107 secuencias).
Según la evidencia disponible, el riesgo para la salud pública que representa EG.5 se evalúa como bajo a nivel mundial, lo que se alinea con el riesgo asociado con XBB.1.16.
“Si bien EG.5 ha mostrado una mayor prevalencia, ventaja de crecimiento y propiedades de escape inmunitario, hasta la fecha no se han informado cambios en la gravedad de la enfermedad”, ha afirmado la Organización sanitaria.
Variante dominante en los casos de Estados Unidos
Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de EE. UU, la variante EG.5 representa aproximadamente el 17 por ciento de todos los casos de COVID-19 en EE. UU., lo que la convierte en la cepa más dominante de la enfermedad.
Según el CDC, los datos también muestran que la tasa de mortalidad por complicaciones derivadas del coronavirus se ha mantenido sin mayores cambios en 0,9 por ciento desde inicios de 2023.
Un portavoz del CDC, en declaraciones a POLÍTICO, ha explicado que, en este momento, “no hay evidencia que indique que EG.5 puede propagarse más fácilmente, y se espera que los tratamientos y vacunas actualmente disponibles continúen siendo efectivos contra esta variante”.
Sobre el porqué del aumento de casos de COVID, Leana Wen, médico de emergencias y profesora de política y gestión de la salud en la Escuela de Salud Pública de la Universidad George Washington, realizó un análisis para CNN en el que resaltó el papel de las altas temperaturas como factor importante para la propagación del virus, ya que, en verano, las personas suelen reunirse en sitios cerrados.
“Cada verano hasta ahora, EE.UU. ha visto un aumento en los casos de Covid-19. Parte de esto puede deberse a la naturaleza cíclica del coronavirus: hemos visto un aumento en los casos, seguido de un período relativamente más tranquilo, seguido de otro aumento. Este bien puede ser el patrón en el futuro, con dos o más de estas oleadas de infecciones cada año”, explicó Wen.