Después de que en enero de 2020 la Ciencia y la Innovación de España arrancara su camino en solitario -escisión con la cartera de Universidades mediante-, el Ministerio que dirige Pedro Duque desde entonces pasará ahora a manos de una nueva responsable: Diana Morant. El cambio se produce después de que el pasado sábado 10 de julio el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, comunicara un profundo cambio en el Ejecutivo con varios nombres nuevos pero la misma estructura ministerial. Una reforma que, además, aumenta hasta el 63 por ciento el número de mujeres en el Consejo de Ministros.
Así las cosas, Morant, ingeniera de telecomunicación de formación, recogerá uno de los testigos de mayor relevancia tras la fase aguda de la crisis COVID-19. Tras varios años de desempeño laboral en esta rama, el PSPV-PSOE la reclutó para las elecciones locales de mayo de 2011 en Gandía; desde entonces, inició un ascenso meteórico que culminó con Morant como alcaldesa del municipio valenciano.
Aun así, el campo al que se ‘enfrenta’ no le es del todo desconocido a la nueva ministra; de hecho, tal y como describe la misma en su biografía laboral, ha desarrollado su experiencia -previa a la política- encarando diversos proyectos de I+D+i.
Se trata así de uno de los perfiles más ‘desconocidos’ que se incorpora al equipo de Sánchez, que además la faculta para administrar el mayor presupuesto que la Ciencia ha tenido en España y con el reto de impulsar su crecimiento en el PIB. Un montante que se eleva hasta los 3.232 millones de euros, gracias a los fondos europeos previstos en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).
De hecho, durante la toma de posesión, Morant ha expresado su compromiso ante el “reto vital” de “priorizar” la I+D+i como “palanca de la recuperación de España”. La nueva ministra ha señalado que asume la cartera con “un gran sentido de la responsabilidad” y ha destacado el momento clave para este Ministerio, que cuenta “con un presupuesto histórico, un 60 por ciento superior al anterior”. “Estamos ante una oportunidad sin precedentes para construir un futuro mejor a través de la consolidación de la inversión”, ha subrayado.
Asimismo, ha hecho hincapié en que llega al Ministerio en un momento clave tras la pandemia, que ha dejado patente que “la ciencia es la respuesta”, como se ha constado con la vacunación. De otro lado, ha puesto de relieve la “innovación en la mirada” como catalizador, así como el enfoque “para abordar la transición ecológica y digital”.
El legado de Pedro Duque
Las tareas que Duque lega a su sucesora se cimentan sobre dos pilares fundamentales y que todavía precisan de un empujón final, como son el Pacto por la Ciencia y la propia Ley de Ciencia. Sin embargo, desde el ámbito de la I+D+i, el departamento del que fuera titular de la cartera preveía hacer una inversión importante en salud: 490 millones de euros. Un apartado en el que destaca especialmente Estrategia de Medicina Personalizada de Precisión, para la que se destinarían hasta 159 millones.
Entre las últimas novedades en este apartado, Duque consiguió luz verde de un nuevo Plan Estatal de Investigación Científica, Técnica y de Innovación para el periodo 2021-2023 (PEICTI), el cual puso especial atención en la salud de vanguardia. Entre otras acciones, prevé destinar ayudas orientadas a la potenciación de la medicina genómica, así como subvenciones de colaboración científico-clínica en terapias avanzadas y personalizadas.
De otro lado, el impulso y fomento de la carrera científica es también otro de los desafíos heredados por Diana Morant. Sobre este objetivo Duque sentó la base del modelo de contratación ‘tenure track’ -camino hacia la estabilización- con la finalidad de garantizar una carrera más atractiva, ordenada y estable.