Pregunta. A las puertas de unos nuevos comicios, la Consejería de Salud y Familias ha sido uno de las carteras con más trabajo e intensidad, sobre todo debido a la pandemia ¿Cómo lo ha vivido?

Respuesta. Cuando me ofertaron la Consejería de Salud y Familias, me dijeron que iba a ser una consejería muy complicada, pero jamás que sería tan difícil. Han sido tres años que empezaron con la listeria, con el segundo brote más importante a nivel mundial, donde elaboramos los protocolos que se conocen “como los de Andalucía” y están adaptados a nivel mundial. Después llegó el virus del Nilo, que supuso una gran inversión del sistema de vigilancia epidemiológica en diagnóstico previo de posibles zonas donde transitan aves migratorias contagiadas.

Por último llegó la pandemia de coronavirus, que todavía está muy presente en el día a día de Andalucía y de España, y que ha supuesto una gran tensión dentro del sistema sanitario andaluz. Ha sido muy duro, pero ha supuesto una oportunidad para los grandes cambios que queríamos hacer desde el punto de vista organizativo, inversión, infraestructura…

En conjunto, ha sido una legislatura muy difícil, creemos que Andalucía ha salido airosa en el nuevo modelo que hemos implantado del sistema sanitario público y en el abordaje de la pandemia.

P. ¿A qué retos ha hecho frente durante la legislatura?

R. El programa electoral de 2019 trabajaba ya en un cambio del modelo sanitario y se ha implantado de una manera muy rápida a pesar de la pandemia, marcando varios hitos. Primero, la integración de todas las agencias públicas dentro del Servicio Andaluz de Salud (SAS) bajo un único modelo. Desde el punto de vista presupuestario, se ha alcanzado el 7,4 del PIB partiendo de un 6,1 sanitario, son 3.000 millones más anuales. En cuanto al tema de infraestructuras, era imposible llegar al volumen de 1.000 millones como el año pasado, que gastamos en nuevos hospitales y centros de salud; se ha hecho una renovación de todas las infraestructuras como consecuencia de la propia pandemia.

La consejería ha hecho grandes avances a nivel de OPEs, de traslados, de equiparación salarial… quitamos las subastas de medicamentos. Cuando llegamos 1 de cada 3 trabajadores tenía plaza; ahora son dos de cada tres los que la tienen en propiedad. La pandemia ha sido un acicate para haber hecho todos estos cambios estructurales.

P. En este tiempo hemos visto un avance en la relación de la consejería con las compañías farmacéuticas, llegando a muchas sinergias y acuerdos…

Muchísimos. Cuando nos sentamos con cualquier compañía sabemos el coste que supone un fármaco o un tratamiento y siempre decimos que cuánto repercute en I+D+i. Andalucía tiene un nivel de investigación altísimo y un nivel de personal investigador muy cualificado. Es lo que le estamos ofertando a las compañías para que ellos inviertan en I+D en todas las fases y estamos progresando adecuadamente en este área.

Además, Andalucía tiene mayor presupuesto desde el punto de vista sanitario, así como el porcentaje más grande dentro de lo que repercute a la compra de medicamentos ¿Por qué no es así a nivel de investigación? Eso ya se está rompiendo: muchas multinacionales están invirtiendo en investigación en Andalucía y estamos muy a favor de la suma de recursos público-privados. Andalucía ha ganado credibilidad en los últimos años a nivel nacional y mundial; esa credibilidad es lo que hace que tenga capacidad para atraer capital de fuera en temas tan importantes como la investigación farmacéutica.

El equipo de El Global entrevista a Jesús Aguirre.

P. ¿Cuál es el compromiso con la farmacia ante una posible continuidad al frente del departamento?

El planteamiento que le hicimos al Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Farmacéuticos cuando llegamos a la consejería en 2019 y a las 3.800 farmacias de proximidad de Andalucía, es que la farmacia tenía que ser un mediador en salud y la hemos revolucionado como consecuencia de la pandemia: ha sido puerta de entrada al sistema. Hemos trabajado conjuntamente desde analíticas, mascarillas, medicamentos en domicilio, seguimiento farmacoterapéutico para adherencia al tratamiento…. ha hecho una magnífica labor.

“La farmacia tenía que ser un mediador en salud y la hemos revolucionado como consecuencia de la pandemia: ha sido puerta de entrada al sistema”

Prometí eliminar las subastas de medicamentos, que estaban provocando una gran inequidad en el acceso en el comparativo de las CC. AA. y grandes desabastecimientos, y hemos cumplido. También se apuntó que había que cambiar la ley de medicamento para acabar con el artículo específico de subastas y no nos ha dado tiempo. Si tenemos el apoyo de los andaluces en la próxima legislatura, será de las primeras cosas que hagamos: derogar la parte específica de las subastas de medicamentos que viene en el articulado y eso irá con la nueva Ley de Farmacia de Andalucía. He visto la de Madrid y la de Galicia y estamos trabajando en nuestra propia singularidad, pero no quepa duda de que los interlocutores sociales, sanitarios y sobre todo farmacéuticos, van a tener que decir mucho para darle emplace a la ley que pongamos en marcha, en la que ya estamos trabajando pendientes de la próxima legislatura para aquilatarla y sacarla.

P. ¿Podemos asegurar que esa futura ley incluiría la atención farmacéutica domiciliaria como un aspecto estratégico?

El seguimiento farmacoterapéutico es muy amplio y hemos hablado de la necesidad de acceso al sistema informático del SAS. Este seguimiento lo tienen que hacer los propios farmacéuticos de proximidad: es básico, significa seguimiento tanto nivel de farmacia como a nivel domiciliario. Lo mismo que ante cualquier problema que tenga cualquier paciente y que lo teste el propio farmacéutico, debe de apuntarse en la historia clínica para que el médico y la enfermera sepa el problema que está atendiendo.

Todo eso son pequeños pasos que se están ya dando. El seguimiento y la distribución de los medicamentos hospitalarios se está haciendo en gran parte a través de las propias oficinas de farmacia: estamos poniendo el valor todo el potencial de la farmacia en términos sanitarios.

“El seguimiento y distribución de medicamentos hospitalarios lo estamos haciendo en gran parte a través de las propias oficinas de farmacia”

P. ¿Qué importancia ha tenido y debe de tener el cáncer desde su departamento? ¿Dónde se debe prestar atención?

R. El cáncer es un auténtico problema de salud pública, con una prevalencia altísima y había que abordarlo teniendo en cuenta varios prismas. Era necesario hacer una estrategia donde hubiera prevención y promoción de la salud, con una diferenciación en su abordaje a nivel infanto-juvenil y a nivel adulto. Esta estrategia contó con 45 expertos para su desarrollo y ya la estamos implementando.

Estamos en un periodo donde tanto los diagnósticos como los tratamientos están muy evolucionados, hablamos de biomarcadores y su extensión en todos los hospitales de referencia, de medicina de precisión y personalizadas, indicaciones específicas de radioterapia, innovaciones… todos estos avances farmacológicos había que aplicarlos e implicarlos dentro de la estrategia. De este modo, era necesario integrar a los pacientes en la toma de decisiones y a los familiares, así como hacer un abordaje multidisciplinar con una ‘h’ grande de humanización. De ahí la apuesta por los paliativos, de extenderlos sobre todo a nivel domiciliario, donde el código postal no fuera una variable a la hora de tener una cartera de servicios específica en este ámbito.

Durante esta pandemia la situación ha sido muy dura porque el cáncer es una patología que no tiene espera, de ahí la orden que dimos de priorizar el abordaje y tratamiento de los pacientes oncológicos. A este respecto, en el comparativo con otras comunidades salimos muy reforzados. Andalucía ha mantenido los diagnósticos precoces con cifras muy positivas de adherencia a las peticiones por parte de la población. Nos queda mucho que hablar, mucho que trabajar, pero lo hemos hecho de una forma muy importante.

P. ¿Qué retos se plantea la consejería para mejorar el acceso a tratamientos innovadores en patologías tan importantes como el cáncer?

R. La ciencia avanza muchísimo: o innovas o te quedas anclado en el ostracismo. El acceso tiene que ser máximo, hay que mirar al medicamento evaluado por la Agencia Europea del Medicamento y la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios e intentar integrarlo a la mayor brevedad posible en beneficio del paciente. En Andalucía se trabaja con acuerdos de riesgo compartido, techos de gasto… somos la comunidad más grande desde el punto de vista poblacional y tenemos más capacidad de negociación.

Hablamos de nuevos modelos de gestión a nivel de acceso a los medicamentos, pero tratando que el paciente se beneficie de las innovaciones a la mayor brevedad posible. Todo ello, teniendo en cuenta que los presupuestos son finitos y que hay que buscar la máxima eficiencia, de ahí que trabajemos mucho con los biosimilares. Son líneas de trabajo para conseguir la sostenibilidad del sistema sanitario.

“El acceso tiene que ser máximo, tenemos que mirar al medicamento evaluado e intentar integrarlo a la mayor brevedad posible”

P. ¿Cómo trabaja Andalucía en un terreno de tanta importancia como es el de la salud mental?

R. En el último Consejo Interterritorial se aprobó el Plan de Acción de Salud Mental y una redistribución de fondos. Viene a implementar la estrategia de salud mental de Andalucía, que debe estar en sintonía con el Gobierno central. Si algo se ha visto con la atención que hemos tenido como consecuencia del coronavirus, es que teníamos un déficit en el abordaje de salud mental en todas las comunidades. Cuando tensionas un sistema ves los déficits. Andalucía puso en marcha en las ocho provincias los gabinetes técnicos de salud mental, hemos reforzado con 106 los psicólogos, muy vinculado a primaria y a su interconexión con los equipos de salud mental.

Hemos puesto la unidad de trastornos de conducta alimentaria, no había ninguna en Andalucía, con hospital de día y con internamiento. Se han creado dos unidades específicas de abordaje de la patología dual: el 50 por ciento de la consulta de los psiquiatras son por esta causa.

El abordaje de la salud mental es súper importante. Todos nos hemos quedado un poco resentidos como consecuencia de las medidas de aislamiento durante la crisis sanitaria y es momento de reforzarla. Desde Andalucía, hemos hecho la tarea siempre en coordinación con el ministerio.


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