Los fondos Next Generation prometieron un nuevo horizonte a las economías europeas, toda vez que se situaron como el respaldo de la reconstrucción tras la pandemia. Centralizados a través de los planes de recuperación, el documento español vertebró en su redacción diversas reformas que prometían transformar el Sistema Nacional de Salud (SNS). A la conocida renovación de equipos como principal inversión de su Componente 18, apartado raíz de las políticas sanitarias, le sigue la creación del que es su segundo proyecto más importante: un Data Lake sanitario.

Hasta 100 millones de euros —un 9,35 por ciento del C18— han sido comprometidos entre 2021 y 2023 para su puesta en marcha, licitaciones públicas mediante. De hecho, los PGE para el curso que viene ya prevén el desembolso de 65 millones de este total. Adicionalmente, el Gobierno ha reservado una partida de 74,2 millones de euros del Plan de Recuperación para llevar a cabo la formación de los profesionales.

La dimensión en números obliga a centrar la mirada en este Data Lake sanitario, cuya generación tiene por objetivo es proporcionar un análisis masivo con capacidad de respuesta en tiempo real. Los fines últimos serían la identificación y mejora del diagnóstico y tratamiento, identificación de factores de riesgo, análisis de tendencias, identificación de patrones, predicción de situaciones de riesgo sanitario y programación de recursos para su atención.

Todo ello a través de la inclusión de algoritmos de inteligencia artificial, y utilizando nuevas arquitecturas de sistemas escalables y nuevas herramientas de procesamiento y descubrimiento de modelos. La definición de usos se establecerá en fases posteriores del proyecto y se prevé la posibilidad de incorporar a los proveedores sanitarios privados, según explica la memoria del Plan de Recuperación. Del mismo modo, la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial es la responsable del proyecto, que se llevará a cabo en colaboración con el Ministerio de Sanidad.

Hacia un lenguaje común

EG ha recogido el sentir de diferentes actores de la salud que han valorado la llegada de esta relevante iniciativa. Entre ellos, el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos (CGCOF), la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria (Sefac), la Sociedad Española de Farmacia (SEFH) y Orlando Vergara, director del Área de Neurociencias de Novartis, que han trasladado su visión positiva del proyecto de Data Lake a esta publicación.

Para este último, este proyecto es “un gran paso hacia delante, es verdaderamente ir en la dirección necesaria; decir que se va a apostar e invertir en esto pone a España en una ventaja competitiva”. “La generación y análisis de datos es una herramienta fundamental para la toma de decisiones y poder adelantarnos a futuras tendencias. La pandemia ha incrementado aún más la necesidad de ordenar e impulsar los trabajos en este ámbito”, opina Ana López-Casero, tesorera del CGCOF.

José Manuel Martínez Sesmero, director de Innovación de SEFH, destaca que “supone un esfuerzo por intentar hablar un lenguaje común, mejorar la estandarización de los datos, por tener en cuenta los datos no estructurados sobre los cuales debemos hacer un esfuerzo para incorporarlos en este análisis”.

Precisamente a este respecto se pronuncia Eduardo Satué, vicepresidente 2º de Sefac, que reflexiona sobre su desembarco “en un mundo que va hacia la superespecialización” y la necesidad de saber qué datos tenemos se han de utilizar como indicadores: “Podemos acabar en la incomunicación, tenemos que generar ese lago de datos compatible y universal”.

Polo de atracción de la I+D+i

Vergara explica a esta publicación la diferencia de este repositorio de datos respecto de los conocidos como ‘data warehouse’. “Cuando tienes una base de datos, la organizas en base a lo que tú quieres saber; cuando construyes un data lake, construyes un dato en base a qué preguntas futuras nos haremos”, profundiza.

El responsable de neurociencias de la compañía suiza resalta la ventana de oportunidad para la industria que abre el formato que pretende construir Sanidad en su tarea de desarrollar disrupción terapéutica. “Va a permitir encontrar innovación mucho más rápido, reducir costes, saber cosas que antes no sabías, utilizar el 80 por ciento de datos que hasta ahora no se utilizaban. Por tanto, se va a ser mucho más eficiente”.

Un desarrollo más eficiente de la innovación y una ventaja competitiva para España, posibles beneficios

Ello cristaliza en su afirmación de este Data Lake sanitario como ventaja competitiva para España ante la necesidad de realizar un estudio clínico e identificar a pacientes con determinadas características. “¿Dónde voy a ir a localizarlos de la manera más rápida y eficiente posible? Iré a aquel país que tenga una base de datos que me permita encontrarlos rápidamente”, indica.

“Si queremos atraer I+D+i en el mundo farmacéutico en España, todo pasará por la creación de data lakes sanitarios: es el momento histórico de la ‘coopetition’”, advierte Vergara, que apunta a la oportunidad que supone cooperar e integrar los conocimientos heterogéneos de un sistema descentralizado para ubicar al territorio nacional a la vanguardia en este campo.

El papel de la farmacia

Desde sus distintos niveles, la farmacia se reivindica ante EG como un actor de valor como participante del futuro Data Lake sanitario. En este sentido, López-Casero señala que se debería avanzar en el proceso de tratamiento datos y transformación digital del sistema sanitario aprovechando también toda la información de interés que se genera en la prestación farmacéutica a través de la red de farmacias.

“Estamos seguros de que se puede reforzar la capacidad de inteligencia del SNS y dotarlo de mayor capacidad de respuesta ágil y coordinada con la incorporación de una Red de Farmacias Centinela en Salud Pública”, afirma la tesorera del CGCOF.

Satué también soporta esta visión, y añade que la botica “puede aportar el registro de datos muy valiosos para la investigación que nos permitan conocer por dónde está pasando el paciente”. Y recuerda: “Durante la COVID-19, allí donde se ha permitido realizar test en la farmacia, hemos registrado y aportado sus datos a las consejerías de sanidad y a sus departamentos de salud pública”.

El vicepresidente 2º de Sefac, además, explica la aportación que pueden realizar también a través de un mapeo sistemático de las necesidades de salud comunitaria, así como el aporte de indicadores y datos sanitarios en el ámbito del medicamento en el que hay que trabajar.

La botica ‘pide sitio’ como un actor de valor para el desarrollo de este repositorio de datos

Por su parte, desde la SEFH indican que en este mismo ámbito hay una utilización muy importante en cuanto a la vinculación del uso de los fármacos a un resultado en salud en concreto. Por ello, este Data Lake podrían ahondar en si estos “están siendo efectivos y seguros, así como valorar económicamente las ratios de eficiencia y hacer más rica la toma de decisiones informada”.

Martínez Sesmero también reivindica el papel de la farmacia de hospital para con este proyecto, al que pueden aportar su “conocimiento, ‘expertise’ y competencia”. Por ejemplo, lo concerniente al “saber dimensionar el retorno en salud para dejar de invertir en soluciones medicamentosas que han quedado desfasadas y reinvertir en nueva tecnología e innovación”.


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