Durante las últimas horas, sociedades científicas y responsables hospitalarios apuntaban a la baja sensibilidad de los test rápidos que se iban a utilizar para el Covid-19. En su comparecencia diaria, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, ha reconocido que uno de los lotes recibidos de test rápidos para detectar el nuevo coronavirus no cuenta con las certificaciones necesarias.

Simón explica que “Sanidad se ha movido muy intensamente para localizar los test rápidos para descargar de trabajo a los laboratorios que crean pruebas PCR”. Así, achaca a las prisas la adquisición de estas pruebas con baja fiabilidad.

En palabras de Simón, “España ha conseguido varios proveedores y varias vías de abastecimiento”. Y es que, según señala es importante la recepción de test rápidos puesto que en este momento se están “haciendo de 15 a 20 mil pruebas diarias PCR”. Con la adquisición de estos nuevos test, se pretende descargar de trabajo a los laboratorios en España.

Adquisición de pruebas por varios canales

Simón especifica que para hacerse con las pruebas a la mayor celeridad posible, se pusieron en contacto con varios proveedores. El problema ha surgido en el primer envío que se ha realizado. “La vía que podía proveernos más rápido, hizo un envío inicial de 9.000 unidades que antes de empezar a utilizar se validaron en el Centro Nacional de Epidemiologia y en algún hospital de la comunidad de Madrid“, afirma Simón. Al realizar estas comprobaciones es cuando según el experto se han detectado irregularidades. “Estas validaciones han mostrado que las especificaciones de este test, al menos del lote que nos fue enviado, no corresponden a lo que venía en los certificados de calidad”, concluye.

Por ello, desde el Ministerio de Sanidad han tomado la determinación de devolver este lote. “La empresa va a cambiar estos test y se van a utilizar otro tipo de test rápidos que nos van a proveer“, detalla Simón.

Además, Sanidad ha conseguido otros proveedores que van a cubrir las necesidades en cuanto a pruebas diagnósticas. Simón divide estos test en dos tipos. “Contaremos tanto con test antigénicos (que buscan el virus y por lo tanto una infección actvia) como serológicos (que lo que buscan es una fase más adelantada de esa infección o el haber pasado una infección en el pasado)”, puntualiza.

Simón también apunta que los test serológicos “darán una idea real tanto del número de casos que ha habido incluyendo los leves que no podemos detectar por el sistema, por lo que puede incrementarse mucho la cifra”. La parte positiva de conocer este dato, en palabras de Simón, es que “permitirá es tener una idea de la posible inmunidad que se ha generado en la población y por lo tanto el riesgo en el que nos podemos exponer cara al futuro”. El director de Emergencias ha concluido que “los volúmenes de test que van a ir llegando son importantes”.

Illa justifica la operación

Este jueves también ha comparecido el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados. Durante su intervención, se ha referido a la adquisición de estos test de baja sensibilidad.

Illa ha alegado que “la partida fue comprada a un distribuidor nacional, que contaba con la certificación CE”. Además, ha indicado que también verificaron el fabricante, más allá de que “el proveedor era de confianza, nacional”.

Aun así, Illa ha explicado que una vez recibido, “el primer paso fue homologar el test“. Este paso se dio, según el ministro, “porque en un mercado con estas características hay que tener mucho cuidado“. Además, ha declarado que desde el Ministerio no están comprando ningún producto que “no cumpla con las especificaciones que exige la Agencia Española del Medicamento y el Producto Sanitario (Aemps).

Respecto a la producción de los tests, Illa ha señalado que “no había alerta sobre esta empresa”. Siguiendo este hilo, se ha preguntado si hubiera sido mejor decisión la de no efectuar la compra, teniendo en cuenta que observaron que “reunía las especificaciones, a pesar de ahora se haya visto que no cumple los estándares”. Por ello, ha concluido que desde el Ministerio han exigido “que cambien los test”, y ha asegurado que cree que este tipo de errores “se puede explicar a la ciudadanía”.

Proveedor sin licencia

La Embajada China en España afirma que Shenzhen Bioeasy Biotechnology (empresa a la que se atribuye la distribución de estos tests) no tiene licencia. En concreto, desde la Emabajada señalan que esta “no ha conseguido todavía la licencia oficial de la Administración Nacional de Productos Médicos de China para vender sus productos”.

Pero la Embajada China también ha querido lanzar un mensaje tranquilizador. Así, detallan que las donaciones realizadas por el Gobierno de #China y otras entidades como Alí Baba Group no incluyen productos suministrados por Bioeasy. Además, desde la entidad señalan que el Ministerio de China ha ofrecido al Ministerio de Sanidad una lista con proveedores clasificados.


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