Marta Riesgo Santander | viernes, 06 de septiembre de 2019 h |

“El coste del medicamento debe ser equivalente a los costes de desarrollo, producción y al beneficio que la industria negocie”. Esta es la fórmula lanzada por la directora general de Cartera Básica de Servicios del SNS y Farmacia, Patricia Lacruz, para encontrar fijar el tan ansiado ‘precio justo’ que se viene demandando, sobre todo, en los “medicamentos innovadores que más incertidumbre arrojan en el mercado”. Se trata, tal y como apuntó durante su intervención en el XIX Encuentro de la Industria Farmacéutica Española, organizado por Farmaindustria en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo en Santander, de “pagar por lo que cuesta producir una idea, materializarla y contar con el beneficio”; y una vez que esto se establezca, “pagar por lo que realmente funciona”.

Y es que, tal y como recordó Lacruz, el presupuesto “es finito y el impacto económico es cuantificable”. Por ello, la administración debe optimizar y cuantificar “pues es la clave para abordar los retos”. Y esa búsqueda de la optimización se traduce en la puesta en marcha de modelos innovadores que puedan hacer accesible lo que está por llegar. De hecho, en el ámbito de las terapias avanzadas, actualmente existen tres fármacos que cuentan con acuerdos de pago por resultados. “Se trata de pagar por aquello que funciona y por lo que el medicamento ha demostrado; no se trata de establecer unas condiciones distintas a las conseguidas en los ensayos clínicos”, concretó.


Patricia Lacruz aseguró que el Ministerio ya está analizando los mecanismos de fijación de precio


De hecho, Lacruz aseguró que el Ministerio está ya analizando los procesos de fijación de precio de los medicamentos. En este sentido, aseguró que se ha realizado una revisión de los criterios generales para priorizar aquellos más importantes, “teniendo en cuenta las necesidades coyunturales y el contexto actual”. Un trabajo en el que está colaborando el Comité Asesor para la Financiación de la Prestación Farmacéutica del SNS.

Dentro de este cambio de modelo que plantea Sanidad se encuentra uno de los proyectos estrella del actual equipo ministerial: Valtermed, una herramienta que busca medir el valor terapéutico en la práctica clínica real de los medicamentos de alto impacto sanitario y que, tal y como confirmó la directora general de Farmacia, está en fase de producción y pendiente de que las comunidades realicen las últimas aportaciones .

Se trata, tal y como explicó Lacruz, de “posicionar y reposicionar los medicamentos en relación a su coste-valor terapéutico añadido”; adoptar una adecuada toma de decisiones en el momento de fijación de precio y de valoración de inclusión en la prestación farmacéutica así como en las revisiones de precio y financiación y proporcionar la información necesaria para una adecuada toma de decisiones en el momento de la prescripción.

Más allá de Valtermed, Sanidad trabaja en un Plan de Consolidación de los Informes de Posicionamiento Terapéutico que ayude a mejorar el proceso de elaboración de estos informes para hacerlos “más referentes aún en el ámbito del SNS”.

Aumentar la competencia existente en el mercado es otro de los objetivos: “Desde el Ministerio de Sanidad tenemos que desarrollar cuantas acciones sean necesarias para aumentar la competencia en un sector ampliamente regulado”, aseguró la directora general de Cartera Básica. El Plan de Acción para fomentar el uso de medicamentos biosimilares y genéricos es un buen ejemplo, en opinión de Lacruz, de cómo el ministerio piensa fomentar esa competencia en el sector. Este plan, en fase de revisión en el seno de la Comisión Permanente de Farmacia, tiene según Lacruz “una visión a largo plazo”, que no es otra que, según sus palabras, “estimular la competencia fomentando el uso de estos fármacos para que, a su vez, impulsen la innovación del sector farmacéutico enfocando las inversiones a nuevas moléculas”.

Visión de la industria

En lo referente al acceso a las innovaciones, el presidente de Farmaindustria, Martín Sellés, aseguró durante el encuentro que hasta ahora se está haciendo compatible el acceso a la innovación con la sostenibilidad del sistema. Por ello, llamó a evitar dejarse llevar por mensajes “alarmistas” que aseguran que la innovación puede poner en riesgo la sostenibilidad del SNS. “Nuestra previsión de crecimiento del mercado está en el entorno de 2 ó 2,5 por ciento anual; un crecimiento que consideramos asumible y razonable”, puntualizó.

Un acceso que se hace sostenible gracias, también, a la colaboración que se ha desarrollado en los últimos años entre la industria farmacéutica y el Gobierno y que se ha traducido en la adopción de medidas enfocadas a mantener esa sostenibilidad. Una de esas medidas, recordó Sellés, es el convenio de colaboración por el acceso y la sostenibilidad y que vincula la evolución del gasto farmacéutico al crecimiento del PIB. Precisamente este año es el primero en el que la industria tendrá que realizar devoluciones monetarias a la administración, por un valor estimado de 150 millones de euros.

Por otro lado, desde la patronal se muestran esperanzados con el anuncio realizado por el presidente en funciones, Pedro Sánchez, de aumentar la inversión que se dedica a Sanidad hasta alcanzar el 7 por ciento del PIB en 2023. Un crecimiento que se producirá, apuntó Sellés, “si la situación económica del país lo permite”. Para ello, el presidente de Farmaindustria quiso recordar la aportación que la industria realiza a esta economía, con la generación de empleo altamente cualificado.


Durante el encuentro también se debatieron otros modelos innovadores como el de pago por indicación


Pago por indicación

Otro de los modelos innovadores que se debatieron durante el encuentro es el del pago por indicación. Fue el director general de Farmacia y Productos Sanitarios de la Consejería de Sanidad Universal y Salud Pública de la Comunidad Valenciana, José Manuel Ventura, quien apostó por la adopción de este modelo como herramienta que facilite aún más el acceso a los medicamentos de una forma sostenible.

Desde su punto de vista, establecer el mismo precio para un fármaco que tiene distintas indicaciones puede no ser lo más adecuado, sobre todo, cuando en unas indicaciones el valor que aporta puede ser muy dispar. De hecho, consideró más inadecuado adoptar acuerdos de pago por resultado, en un contexto en el que no se miden los resultados.

Por último, el secretario general de Sanidad, Faustino Blanco, abogó por una mayor transparencia y animó a las empresas a que la interlocución que se realice con la administración “esté siempre regida por el compromiso cívico”. “Tenemos una gestión compartida y cuando sabemos trabajar de forma trasversal las cosas funcionan”, apuntó Blanco.

Para lograr esa gestión compartida, el secretario general de Sanidad apostó por la puesta en marcha de “nuevos modelos de colaboración que generen ventajas competitivas y que se traduzcan en un win-win”. Todo ello, dijo, para afrontar el mayor desafío al que se enfrenta el SNS, el de “garantizar el acceso equitativo a la vez que se mantiene el equilibrio presupuestario”.