Las vacunas son el mayor ejemplo de colaboración en la Unión Europea (UE) a través de los acuerdos de adquisición anticipada (APA), tal y como se ha puesto de manifiesto durante la mesa ‘De la Comisión Europea a la Comunidad Autónoma’, en el marco del National Covid Summit, organizado por la Asociación Española de Vacunología (AEV), la Asociación Nacional de Enfermería y Vacunas (ANENVAC), la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública y Gestión Sanitaria (SEMPSPGS) y la Sociedad Italiana de Higiene, Medicina Preventiva y Salud Pública (SItI), con el apoyo de Novavax y CaixaForum.

María Blanco Campanero, directora de la Gerencia de Compras del Instituto Catalán de la Salud (ICS) y moderadora de la mesa, ha apuntado a la importancia de hablar de la compra de vacunas. “La innovación es necesaria, pero hay que comprarla, porque si no, no serviría para nada”, ha señalado.

Compra centralizada en Europa

Gregorio Calvo, abogado especialista en contratos públicos, ha apuntado que la normativa europea no estaba preparada para hacer frente a los procesos de compra centralizada cuando comenzó la pandemia. “Todos los países tramitaron compras con procedimientos de emergencia y a nivel europeo también teníamos esta necesidad”, ha indicado.

En 2020 se modificó el Reglamento europeo 2016/369 relativo a la prestación de asistencia urgente en la UE que no permitía a la Comisión Europea adquirir suministros, como vacunas, en nombre de los Estados miembro. Así, se permitió por primera vez a la Comisión negociar contratos en nombre de los Estados miembro, dando lugar a los APA. “Los APA son herramientas jurídicas que permiten a la UE, en nombre de los Estados miembro participantes, negociar los términos de los contratos. Se negoció: precio y volumen, responsabilidad civil e indemnización y calendario de entregas y pagos”, ha explicado Calvo.

Fue el 17 de junio de 2020 cuando la Comisión publicó su estrategia de vacunas justificando el proceso centralizado de compras, y el 18 de junio el Consejo adoptó una decisión para financiar la adquisición de vacunas.

En España se decidió que la compra centralizada por parte de la UE iba a suponer una suerte de ventajas competitivas. Así, Calvo ha mencionado los pros de la centralización de la compra a nivel europeo:

  • Todos los Estados miembro de la UE pueden beneficiarse de una opción de compra de vacunas, mediante una única acción de adquisición pública a escala europea.
  • Mejora de la eficiencia y seguridad jurídica al haber un único interlocutor (no 27) a nivel europeo con las compañías, simplificando la negociación.
  • Aplicación del principio de solidaridad entre Estados: se evita una insana competencia que favorecería a los países con mayor poder económico.
  • Permite la posibilidad de incorporación de nuevas empresas proveedoras durante toda la vigencia del acuerdo.

El futuro de la adquisición de vacunas en España

Por su parte, la intervención de Jaime Espín, profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), se ha centrado en las compras centralizadas a nivel nacional y la experiencias europea. “Nuestro contexto europeo es diverso. En Europa tenemos países muy pequeños que ven grandes oportunidades en las compras centralizadas. Además, a nivel centralizado supone un ahorro a nivel de la administración”, ha afirmado.

Espín ha recordado que ya desde 2014 la UE realiza compras conjuntas, aunque se llaman JPA (joint procurement agreement). “Con la COVID-19, la UE no solo ha actuado como comprador centralizado, sino como institución que ha apoyado la innovación. Y el APA es un instrumento de compra anticipada porque apoyas a la investigación de manera posterior con una compra de volumen”, ha destacado Espín.

Asimismo, el profesor de la EASP ha puesto sobre la mesa posibles escenarios que podrían darse en un periodo de pospandemia. “Antes teníamos una situación de gran demanda y poca oferta, ahora ha cambiado el paradigma”, ha señalado. Por ello, se pregunta si habría que volver al modelo de compra europea o se podría hacer un sistema de compra centralizada, modelo Ingesa. Y es que “el Tribunal de Cuentas ha evaluado las compras centralizadas y ha concluido que, en el futuro, se debe mejorar el procedimiento de compra a nivel europeo“. Eso sí, Espín ha aclarado que, “políticamente, ha sido una compra exitosa”.

Otra cuestión que se plantea Espín es que, teniendo en cuenta que se trata de un mercado “muy competitivo”, si decidimos abandonar el modelo europeo y pasar a un modelo nacional, “¿queremos un modelo de compras centralizadas como ya ocurrió o vamos hacia un modelo clásico de muchas vacunas donde cada comunidad las compre de manera individual?

La compra desde las comunidades

Por su parte, José Antonio Lluch, jefe de Servicio de Vacunaciones e Inmunización Sistemática y en Grupos de Riesgo de Valencia, ha abordado la compra desde las comunidades. “La compra de suministro vacunal de COVID-19 ha sido excepcional que, probablemente, deje de serlo en un plazo corto de tiempo. Ha comprado y pagado el Ministerio, con los procedimientos y los acuerdos europeos, pero las compras normalmente se asumen por quien tiene la responsabilidad de los programas de vacunación”, ha señalado.

En este contexto, ha recordado que las competencias de vacunación están transferidas a las comunidades y cada una tiene la obligación de decidir el programa de vacunación y dotarse de los recursos necesarios para llevarlo a cabo. Así, Lluch ha mencionado los procedimientos de compra que se utilizan en España y que, “en teoría, deberían seguir utilizando en un supuesto en el que las compras de COVID-19 pasasen a una situación de ‘normalidad’”.

Por un lado, “hay una fórmula de compras centralizadas que promueve el Ministerio, que hace una selección de potenciales proveedores de vacunas y, a partir de esa tramitación, termina generando unos contratos marco y, a partir de estos, las CC. AA. hacen contratos basados”, ha explicado. “Otra alternativa es que sea la propia comunidad la que promueve estos contratos“, ha agregado Lluch, quien ha indicado que, en la práctica, existen pocas diferencias entre ambas.

En este contexto, ha expuesto que, “al final, estos procedimientos no llegan a resolver las necesidades de vacunas en las CC. AA. y lleva a la compra directa, una situación fuera de norma, pero que en la práctica se da con mucha frecuencia”. En definitiva, Lluch ha señalado que los procedimientos para la adquisición de vacunas “son complejos” y están inmersos en una “elevada incertidumbre”.