Los Gobiernos de Cataluña y Andalucía llevarán al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud (CISNS), que se celebrará hoy, una propuesta común: retrasar la administración de la segunda dosis de las vacunas contra la COVID-19 de Pfizer y Moderna. El objetivo, el mismo: vacunar al máximo número de personas en el menor tiempo posible.

Además, el consejero de Salud y Familias de Andalucía, expondrá al CISNS una segunda propuesta. Aguirre quiere que la vacunación con AstraZeneca sea “voluntaria” para los menores de 60 años, se hayan inyectado ya o no la primera dosis. Actualmente, esta vacuna está limitada a la población situada en la franja de edad de los 60 a los 69.

Las Consejerías de Sanidad de estas dos comunidades plantearán a la ministra Carolina Darias espaciar hasta los 42 días la segunda dosis de estas vacunas. Según la consejera catalana, Alba Vergés, esto permitiría “vacunar más rápido sin desproteger a la población“. Así, defiende esta estrategia para ganar tiempo: “Hay que tomar decisiones rápidas basadas en evidencias científicas. Del mismo parecer es el consejero andaluz, Jesús Aguirre, quien apuesta por agilizar la vacunación y llegar al verano con más población vacunada, una estrategia que ya se está llevando a cabo en otros países como Canadá, Reino Unido, Francia o Italia.

Inmunidad alta con la primera dosis

“No podemos perder tiempo, porque la COVID-19 no da tregua”, insiste Vergés. “Ahora que casi hemos terminado de vacunar a los mayores de 80 años, tenemos que acelerar en la franja de los 69 a los 79 años. Y espaciar esta segunda dosis de Pfizer nos permitiría activar las primeras administraciones e inmunizar a más población“, señala.

De este modo, en lugar de dejar un margen de 21 días entre la primera y la segunda dosis, como establece ahora el protocolo, Cataluña y Andalucía sugieren ampliar a 42 días la administración de la segunda dosis. Y es que, la primera inyección ya ofrece un grado de inmunidad de más del 70 por ciento. “Con la primera dosis se consigue una inmunidad muy alta y podríamos tener un verano relativamente tranquilo”, apunta Aguirre. 

El secretario de Salud Pública de Cataluña, Josep Maria Argimon, asegura que con esta alta inmunidad conseguida con la primera dosis y una incidencia de la infección similar a la de ahora en Cataluña, “los beneficios potenciales de la vacunación son infinitamente superiores a los posibles efectos adversos en todas las franjas de edad, en un periodo mínimo de 16 semanas”.

Evitar hospitalizaciones y muertes

Argimon también destaca que con la vacunación se evitan contagios, hospitalizaciones y muertes. “Por cada 1.550 personas vacunadas de entre 60 y 69 años, evitamos un ingreso en la UCI“, señala. De hecho, los primeros resultados en Cataluña de las personas vacunadas con AstraZeneca muestran una disminución de los ingresos 21 días después de haberla recibido.

“Por cada 1.550 personas vacunadas de entre 60 y 69 años, evitamos un ingreso en UCI”

Josep Maria Argimon, secretario de Salud Pública de Cataluña

La subdirectora general de Promoción de la Salud de Cataluña, Carmen Cabezas, ha informado de que el análisis de estos datos revelan que se evita enfermar de COVID-19 grave desde la primera dosis de AstraZeneca. En concreto, con 1.535 pacientes vacunados con una inyección, se observa que ya tienen un 45 por ciento menos de posibilidades de ingresar en el hospital y un 52 por ciento menos en la UCI. “El estudio demuestra que, tras ​​21 días, se pasa de tener 29 ingresos de personas no vacunadas a uno de personas vacunadas; y de 6 ingresos en UCI a ninguno”.


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