Contribuir a la mejora de la salud y el bienestar de los ciudadanos, posicionándose como promotora de la excelencia científica y tecnológica, es el propósito marcado por Castilla y León con el nuevo Hub de Investigación e Innovación en Salud.
El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, presentó en Valladolid este proyecto enmarcado en la Presidencia española del Consejo de la UE, que pretende fomentar y crear redes de colaboración entre profesionales sanitarios y favorecer la transformación del modelo de salud, producción y sociedad de la comunidad.
Un nuevo Plan Estratégico
En este contexto, la iniciativa incluye el nuevo Plan Estratégico de Investigación e Innovación en Salud de Castilla y León (PEIISCyL), 2023-2027, presentado por Sonia Martín, directora general de Planificación Sanitaria, Investigación e Innovación de la región manchega.
El plan, que cuenta con una amplia participación, tiene por objetivo situar a la comunidad como ejemplo de compromiso y liderazgo en la transferencia del conocimiento y resultados en salud. La hoja de ruta de la I+i en salud en Castilla y León en los próximos años estará constituida por un total de 50 acciones, estructuradas en las 5 áreas y 10 programas estratégicos descritos, tal y como se explica en el documento del plan.
Objetivos estratégicos
- Apostar por la I+i en salud.
- Ampliar y consolidar la actividad de I+i en salud.
- Fortalecer la estructura del sistema.
- Fomentar el trabajo en red.
- Potenciar las competencias.
- Detectar, atraer y fidelizar talento.
- Optimizar los procesos de gestión.
- Avanzar en la digitalización y gestión de datos.
- Difundir los resultados de I+i en salud.
- Generar una cultura sólida de I+i en salud.
Aumento del personal investigador
A través del PEIISCyL, el Gobierno autonómico pretende duplicar la masa crítica de investigadores en salud, pasando de 1.000 a 2.000 en Castilla y León, tal y como informó Mañueco. Para ello, se impulsará la participación de los profesionales sanitarios en tareas de investigación y se crearán 200 nuevos empleos de personal investigador y de apoyo a la I+i.
Asimismo, se duplicará el número de grupos de investigación y de institutos de investigación sanitaria. En este sentido, se prevé la creación de dos nuevos centros en León y Burgos, que se unirán al IBSAL en Salamanca y al iBioVALL en Valladolid. Estos institutos formarán una red colaborativa entre ellos y con el resto de las estructuras investigadoras del sistema de salud autonómico, en conexión también con universidades y otros centros de investigación. La Junta movilizará unos 30 millones de euros en investigación sanitaria en Castilla y León en el marco de estos institutos.
Además, Mañueco ha resaltado que la región es una potencia en el sector biosanitario-biotecnológico: sobresale en investigación e innovación farmacéutica, tecnología digital, genómica y terapias avanzadas. Esta fortaleza, según él, se basa tanto en el propio sistema de salud de la comunidad como en la existencia de un gran número de empresas líderes y con gran potencial. Por ello, ha reafirmado el apoyo del Ejecutivo autonómico a las empresas del sector para que puedan invertir y desarrollar sus proyectos.
Además, el plan fomentará la colaboración público-privada con este sector. Todo ello repercutirá en beneficio de los pacientes: se beneficiarán antes de tratamientos pioneros en fases experimentales seguras y se realizarán más ensayos clínicos y mejores guías de práctica clínica.
Presupuesto y seguimiento
Para lograr el desarrollo de una actividad de investigación e innovación de vanguardia en la región, los recursos procederán de la cantidad destinada por los presupuestos generales autonómicos para las actuaciones en el campo de la ciencia y de la tecnología, y de los concretados en la Estrategia RIS3, que incluye los procedentes de las administraciones públicas locales, nacionales e internacionales.
Por su parte, para financiar el PEIISCyL, “se contará con lo dispuesto para esta materia en los presupuestos generales de Castilla y León, sin que su aprobación y ejecución supongan un incremento de la asignación que tiene la Consejería de Sanidad para investigación e innovación”.
Por otro lado, la supervisión y coordinación del plan se llevará a cabo de manera continua, a través de una Comisión de Seguimiento con participación interdisciplinar, constituida por los responsables de las actuaciones y “con una comunicación constante y fluida con el resto de los actores implicados en su desarrollo”, bajo la responsabilidad de la Consejería de Sanidad a través de la Dirección General de Planificación Sanitaria, Investigación e Innovación.
De este modo, dicha evaluación brinda una “visión integral y objetiva de los logros alcanzados”, permitiendo realizar los ajustes necesarios y proporcionando una base sólida para la toma de decisiones futuras en investigación e innovación en salud.
