El Global Madrid | viernes, 05 de octubre de 2018 h |

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado carpetazo al expediente iniciado hace más de 10 años contra varias compañías que pusieron en práctica sistemas de ‘doble precio’. Siguiendo la estela de la resolución de 19 de enero de 2017 que respaldaba el ‘doble precio’ de Pfizer al consideraba como no acreditado que tuviera por objeto restringir las importaciones paralelas en la Unión Europea, el 30 de agosto la CNMC firmó otra que constata que estos sistemas “no eran contrarios al derecho de la competencia”.

El asunto se inició el 19 de octubre de 2007, con la entrada en la CNMC de un escrito de la European Association of Euro-Pharmaceutical Companies que alegaba que los laboratorios habían vulnerado el derecho de la competencia mediante la coordinación de un sistema de distribución que pretendía implantar un sistema de doble precio en función de si sus medicamentos eran dispensados en mercado nacional o eran destinados al comercio paralelo en la UE.

Tres argumentos

La CNMC ha analizado tres elementos clave para determinar si existe o no una conducta anticompetitiva. En primer lugar, la coincidencia temporal con respecto al cambio en la política de precios de los laboratorios (que podía haber sido fruto de una concertación entre ellos). Aquí, informa Faus & Moliner Abogados, la resolución expone que las políticas de precios implantadas por los laboratorios imponían a los distribuidores la obligación de informar a los laboratorios sobre qué medicamentos habían sido efectivamente dispensados en España con cargo a fondos públicos porque ello era necesario para poder aplicar el precio máximo autorizado a dichas unidades. La coincidencia en la implantación de estas medidas, explica la CNMC, se debe a la necesidad impuesta por el sistema de financiación pública de medicamentos en España y no puede imputarse a una supuesta concertación.

En segundo lugar se analizó el objetivo perseguido por las empresas, punto en el que la CNMC concluye que los precios a los que los laboratorios facturaban finalmente sus productos no se establecían en función del destino de los medicamentos, sino de su financiación pública por parte del SNS. Respecto al tercer punto, la disminución generalizada del número de distribuidores con los que trabajaban los laboratorios, la CNMC lo atribuyó al gran número de fusiones que había tenido lugar en el sector de la distribución mayorista desde el año 2000.