Carlos B. Rodríguez Madrid | viernes, 10 de enero de 2020 h |

Duda despejada. La información sobre la composición del nuevo Gobierno se gestiona con cuentagotas, pero la última dosis confirma que María Luisa Carcedo finalmente no estará en el Ejecutivo de coalición presidido por Pedro Sánchez. Fuentes del Ejecutivo citados por la agencia EFE han confirmado que la asturiana no retendrá la cartera. Su sustituto o sustituta se conocerá este domingo, 12 de enero, una vez Sánchez comunique al rey la composición de su Gobierno.

Sí se ha confirmado, en cambio, que Pedro Duque sigue en Ciencia, y que María Jesús Montero continúa en Hacienda, sumando a esta tarea además la portavocía del Gobierno. El lunes, todo el gabinete tomará posesión de sus carteras, para celebrar el primero Consejo de Ministros de la legislatura el martes, 14 de enero.

La herencia de Carcedo

María Luisa Carcedo llegó al Ministerio en septiembre de 2018, tras la dimisión de Carmen Montón. Lo precipitado de su nombramiento le llevó a asumir todo el paquete de medidas anunciadas por su antecesora, pero con el tiempo pudo sacar adelante proyectos diferenciadores, como el plan de pseudoterapias, que hoy puede decirse que llevan su firma.

Otro elemento característico de su gestión ha sido la condición de interinidad en la que la ha ejercido durante muchos meses. Pero si bien en otros ministerios puede haberse achacado cierta parálisis, no ha ocurrido así en Sanidad. Carcedo ha convocado siete Consejos Interterritoriales, prácticamente una vez cada dos meses.

Estas reuniones han sido testigos de otros hitos de su mandato: por encima de todo, el plan de terapias avanzadas y la apuesta decidida por hacer accesible las terapias CAR-T. Muy similar al acuerdo histórico de estos tratamientos, el Interterritorial bajo presidencia de Carcedo aprobó el primer medicamento de investigación y producción estrictamente pública, la conocida terapia NC1.

Si bien el reto de conjugar la sostenibilidad del sistema sanitario y la incorporación de la innovación farmacéutica es algo inherente a todos los ministros de Sanidad, durante la gestión de Carcedo ha dado un salto cuantitativo, similar al ocurrido en otros estados, que coincide con la llegada de tratamientos innovadores, dirigidos a dianas cada vez más concretas, con un precio elevado y una alta incertidumbre sobre su beneficio clínico. También a este reto Carcedo ha dado respuesta, dejando para su sucesor o sucesora Valtermed, un sistema de información pionero con el que medir en la práctica clínica los resultados de los medicamentos que más incertidumbre generan.

La transparencia de las decisiones adoptadas en la Comisión Interministerial de Precios también es un paso importante en la política del Ministerio. El equipo de Carcedo dio su apoyo a la famosa resolución de transparencia aprobada en la 72ª Asamblea Mundial de la Salud

Algunas de las cuestiones pendientes

En los ‘debe’ de la ministra cabría citar su escasa implicación y complicidad con la farmacia, que ha llevado a muchas voces a solicitar un nuevo planteamiento estratégico para con las boticas, que tenga en cuenta todo su potencial social y sanitario. El paradigma de esta relación ha sido el lanzamiento a consulta del Plan de Genéricos y Biosimilares, que de aprobarse en sus términos iniciales podría generar un daño irreparable en el sector.

A ello se suman iniciativas igualmente perniciosas, como las subastas nacionales, que han quedado en estudio desde que la AiREF publicó su estudio sobre el gasto de receta, y modificaciones largo tiempo pendientes, como el Real Decreto de Precios de los Medicamentos o la modificación del Sistema de Precios de Referencia.