Entre 1980 y 2019, la mortalidad por enfermedades infecciosas bajó casi un 60 por ciento en Europa gracias a las vacunas. De hecho, la Organización Mundial de la Salud estima que, en general, las vacunas salvan cada año entre 3,5 y 5 millones de vidas. Además, en términos económicos, el valor de la inversión en vacunas es altamente rentable. Un reciente estudio de la Office of Health Economics de Londres (la institución independiente más antigua sobre investigaciones de economía y salud) concluye que por cada euro invertido en vacunas se revierten 19 a la sociedad y a la economía.

En este sentido, desde Farmaindustria, la directora de Asuntos Médico-Científicos, Arantxa Sancho, valora el informe y destaca la importancia de invertir en prevención y el valor social de los medicamentos en este contexto. Por ello, afirma que, las vacunas han demostrado que son una de las herramientas más eficaces para reducir la incidencia de enfermedades prevenibles y por tanto resultan clave para construir sistemas sanitarios más resistentes y sostenibles. Las vacunas aportan innovación, salud y prosperidad.

Punto de inflexión

Por ello, el 20 de septiembre marca una fecha crucial para los Estados miembro de la Unión Europea (UE), que deben presentar sus planes estructurales fiscales a medio plazo ante la Comisión Europea. En este contexto, un informe reciente elaborado por The European House – Ambrosetti, con el respaldo de la Federación Internacional de Fabricantes y Asociaciones Farmacéuticas (IFPMA) y Vaccines Europe, advierte de la necesidad urgente de integrar la atención sanitaria preventiva, en particular la inmunización, en las políticas fiscales de los países de la UE. Esta recomendación no es solo una cuestión de salud pública, sino también un imperativo económico que apunta a la sostenibilidad a largo plazo de los sistemas de atención sanitaria, asistencia social y bienestar.

El envejecimiento de la población y el estancamiento económico en muchos países europeos están poniendo una presión sin precedentes sobre los sistemas de salud. En este panorama, los expertos ven en el Nuevo Marco de Gobernanza Económica (NEGF) una oportunidad histórica para que los gobiernos cambien su enfoque hacia la prevención sanitaria. Este marco, que redefine la inversión en términos de gasto a corto plazo que genera ahorros y crecimiento futuro, es visto como un canal para ampliar las inversiones en inmunización, con el fin de evitar gastos sanitarios futuros y mejorar la productividad a través de una población más sana.

Prevención sanitaria: una inversión en el futuro

El valor de la atención sanitaria preventiva se extiende mucho más allá del ámbito de la salud. No solo ayuda a reducir la prevalencia de enfermedades y, por lo tanto, a evitar tratamientos costosos, sino que también puede tener un impacto significativo en la economía. La inmunización es uno de los componentes clave de la prevención y, según el informe, debería estar en el centro de las políticas fiscales de los Estados miembro.

El profesor Walter Ricciardi, presidente del Comité de Vacunación en Europa y asesor de esta iniciativa, subraya que en un contexto caracterizado por el envejecimiento de la población y el lento crecimiento económico, el valor de la prevención es inconmensurable. Señala que las medidas preventivas, como la inmunización, no solo ayudan a mitigar el aumento de la demanda de servicios médicos, sino que son fundamentales para mantener la sostenibilidad a largo plazo de los sistemas de atención sanitaria y bienestar social.

Los sistemas de salud europeos, al enfrentarse a una creciente presión debido al envejecimiento de la población, tienen una necesidad urgente de adoptar políticas que favorezcan la prevención. Este enfoque no solo mejora la esperanza de vida y la calidad de vida de la población, sino que también genera ahorros considerables para los presupuestos de salud, al reducir la demanda de tratamientos y hospitalizaciones costosas.

Un cambio de paradigma fiscal

La reforma de las normas fiscales de la UE, que marca el inicio del Nuevo Marco de Gobernanza Económica, brinda una oportunidad única para impulsar la inversión en prevención sanitaria. Según el profesor Massimo Bordignon, miembro del Consejo Fiscal Europeo, “invertir en prevención, en particular en inmunización, se ajusta perfectamente a la definición de inversión que promueve el nuevo marco. Implica costes actuales, pero reduce gastos futuros y promueve el crecimiento”.

Esta lógica económica refuerza la idea de que el gasto en prevención sanitaria no debe verse como un simple desembolso, sino como una inversión con retornos a largo plazo. Diversos estudios han demostrado que los programas de inmunización, especialmente para adultos, pueden recuperar hasta 19 veces su inversión inicial. Además, el fortalecimiento de la prevención sanitaria contribuye a la resiliencia de los países ante futuras crisis sanitarias, un factor que ha quedado en evidencia durante la pandemia de COVID-19.

Elisa Milani, consultora sénior de atención sanitaria en The European House – Ambrosetti, señala que es imperativo reconocer que la actual permacrisis debe abordarse con soluciones concretas. La incorporación de la atención sanitaria preventiva, en particular la inmunización, en las estrategias fiscales es fundamental para la sostenibilidad económica de los sistemas de bienestar. Esta recomendación pone de relieve la necesidad de un enfoque más preventivo y menos reactivo en el diseño de políticas públicas, especialmente en un momento en que las restricciones presupuestarias son cada vez más estrictas.

Oportunidad para los Estados miembro

El informe hace un llamado a los Estados miembro para que aprovechen esta ventana de oportunidad y refuercen la inversión en inmunización dentro de sus planes estructurales fiscales. Aunque la inmunización ha demostrado ser una herramienta poderosa para prevenir enfermedades y reducir costos, aún recibe una atención insuficiente en muchos países de la UE. Sibilia Quilici, directora ejecutiva de Vaccines Europe, critica el hecho de que en casi el 80 por ciento de los Estados miembro de la UE solo se destina el 0,5 por ciento de los presupuestos sanitarios a la inmunización. En un entorno donde la inversión en salud preventiva tiene un rendimiento tan alto, esta proporción es inaceptablemente baja.

Quilici aboga por un cambio de paradigma hacia un modelo de atención sanitaria basado en la prevención. La evidencia es clara: invertir en inmunización salva vidas, ahorra dinero y fortalece las comunidades. Es un pilar que debe estar en el centro de los planes de los gobiernos para construir sistemas de salud más resilientes y sostenibles.

Inmunización piedra angular

La directora de Política de Vacunas de la IFPMA, Laetitia Bigger, refuerza esta idea al destacar que la inmunización debe ser una piedra angular de los programas de prevención de la salud. Su impacto va más allá de los beneficios sanitarios inmediatos, proporcionando un motor de crecimiento económico sostenible al reducir la carga financiera sobre los sistemas de salud.

Con la presentación de los planes estructurales fiscales en el horizonte, los Estados miembro de la UE enfrentan una oportunidad crítica para integrar la prevención sanitaria en sus políticas fiscales. Este paso es esencial no solo para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de los sistemas de salud y bienestar, sino también para promover un crecimiento económico inclusivo y resiliente. La inmunización, como piedra angular de la prevención, debe ocupar un lugar central en esta estrategia.


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