Ahora que el Ministerio de Sanidad tiene abierto un proyecto normativo para actualizar la cartera común de Servicios del Sistema Nacional de Salud (SNS), surgen las propuestas, peticiones y debate sobre qué nuevos ‘miembros’ deben forman parte de este catálogo de prestaciones comunes del sistema sanitario. En estas reflexiones, una de las herramientas más señaladas como candidata para formar parte de esta cartera es la biopsia líquida.

¿Los motivos y/o ‘meritos’? Conocer los ‘apellidos’ moleculares de ciertos tumores resulta fundamental para administrar las mejores opciones terapéuticas a cada paciente. Si se echa la vista atrás, el número de tumores y pacientes que se vienen beneficiando de un diagnóstico molecular preciso es cada vez mayor. Por ello, el papel de la biopsia líquida en el diagnóstico precoz es clave, tal y como han resaltado Enriqueta Felip , presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), y Luis Paz-Ares, presidente de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (ASEICA), en una rueda de prensa celebrada este 21 de abril con motivo Del Día Mundial de la Innovación.

“Se trata de tecnologías que existen, pero que todavía no se encuentran en la cartera de Servicios de todas las CC. AA. para todos los tumores”

Enriqueta Felip, presidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM)

Una de las indicaciones más destacadas y aceptadas de la biopsia líquida es la determinación de biomarcadores que permitan predecir cáncer avanzado y administrar tratamientos dirigidos. Sin embargo, la accesibilidad a estas nuevas tecnologías moleculares es una asignatura pendiente en las comunidades autónomas (CC. AA.), como ha recordado Felip. “Se trata de tecnologías que existen, pero que todavía no se encuentran en la cartera de Servicios de todas las CC. AA. para todos los tumores”, ha indicado.

“La biopsia líquida se puede utilizar en práctica clínica en aquellos pacientes con indicación de análisis molecular para decidir tratamiento, y que no disponen de muestra tumoral suficiente porque se ha utilizado en el análisis patológica. Hay que incluir las determinaciones en la cartera de Servicios en estas situaciones concretas en las que claramente tiene valor en la práctica clínica”, ha subrayado Felip.

Asimismo, los expertos han coincidido en que esta herramienta es más accesible en aquellos hospitales con programas establecidos.

Rueda de prensa celebrada este 21 de abril con motivo Del Día Mundial de la Innovación.

La capacidad predictiva de la biopsia líquida

Existen diferentes técnicas de biopsia líquida según sus objetivos y complejidad. Así, algunas versiones se centran en la detección de alteraciones en dianas muy concretas que permitan determinar qué terapias se pueden utilizar. Sin embargo, otras técnicas se basan en la secuenciación masiva del material obtenido, lo que permite, por ejemplo, tener una imagen muy precisa de la heterogeneidad molecular del tumor del paciente. 

“La biopsia líquida representa la globalidad del tumor frente a la biopsia tumoral, que es muy específica de la zona que estamos biopsando”, ha señalado Luis Paz-Ares, quien ha presentado las posibilidades que presenta esta herramienta de cara al futuro. “Estas tecnologías nos van a ayudar a decidir qué pacientes tienen más riesgo de recidiva. Por ejemplo, después de una cirugía curativa puede indicar si hay enfermedad residual. Una tecnología molecular como la biopsia líquida siempre va a ser más accesible que una prueba TAC o PET-TAC”, ha explicado el oncólogo.

Tal y como se ha expuesto en la rueda de prensa, se ha demostrado que, en pacientes con cáncer de mama, colon o pulmón, la detección de ADN tumoral circulante después de la cirugía (enfermedad mínima residual) se correlaciona con un mayor riesgo de recaídas y una menor supervivencia.

“En vez de llevar a cabo TACs, la determinación en biopsia líquida indicará en qué situación se encuentran los marcadores tumorales. Si estos han aumentado, anticiparán el diagnóstico de recaída”

Luis Paz-Ares, presidente ASEICA.

Aunque su implementación todavía se encuentra en fase de investigación, Paz-Ares ha destacado las posibilidades de futuro que suponen estas herramientas. “En vez de llevar a cabo TACs, la determinación en biopsia líquida indicará en qué situación se encuentran los marcadores tumorales. Si estos han aumentado, anticiparán el diagnóstico de recaída”, ha expresado el presidente de ASEICA.

Ahora bien, todavía faltan datos para poder utilizar este protocolo en la práctica clínica diaria. “Actualmente, no todos los tumores disponen de herramientas para el diagnóstico precoz; y no todos los métodos son sensibles o todo lo útiles que se necesita”, ha señalado el experto.

La capacidad de detectar ADN tumoral circulante depende de múltiples factores clínicos, entre ellos el tipo de tumor y el estadio: si los tumores son más voluminosos o hay mayor número de metástasis, mayor probabilidad de detectar células o moléculas derivadas del tumor en el torrente sanguíneo. Sin embargo, si se presentan tumores pequeños o las localizaciones metastásicas son exclusivamente a nivel del sistema nervioso central, disminuye la posibilidad de detectar ADN tumoral circulante, dando lugar a resultados falsos negativos de la biopsia líquida. 

En esta misma línea, Enriqueta Felip ha enfatizado la importancia de complementar todas las herramientas. “La biopsia líquida va a tener un papel clave en el diagnóstico precoz y los estudios en investigación lo van a terminar de definir. Es importante integrar la biopsia líquida y que se complemente con otras herramientas y algoritmos que indiquen cómo puede ayudar a identificar pacientes de riesgo”, ha expuesto la presidenta de SEOM.


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