Carlos B. Rodríguez Madrid | jueves, 06 de septiembre de 2018 h |

Baleares es una de las cuatro comunidades autónomas –junto con Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana– que tradicionalmente ha estado a la cola en gasto sanitario. Entre los años 2010 y 2013, este concepto registró una caída del 24 por ciento. Uno de los objetivos de Patricia Gómez Picard al frente de la Consejería de Sanidad ha sido recuperar niveles previos, tanto en el gasto sanitario como en otros indicadores. Gracias a ello, en dos años y medio Baleares ha salido de la cola de las autonomías que menos invierten en Sanidad y está en medio de la tabla. Pero sigue siendo necesario seguir trabajando en medidas que garanticen la sostenibilidad. En este marco se sitúa, por ejemplo, la apuesta regional por la central de compras, un mecanismo que ha permitido ahorrar 12 millones de euros en dos años y medio.

En el área de Farmacia, otras herramientas a disposición de la Consejería están trabajando para favorecer ese objetivo de sostenibilidad, según expuso la consejera en un Desayuno Socio-Sanitario organizados por Europa Press. En primer lugar, el trabajo de la Comisión Farmacoterapéutica, cuyo objetivo es disminuir la variabilidad en la práctica clínica. En segundo lugar, la facturación a terceros, que ha crecido un 40 por ciento en un año gracias a la puesta en práctica de un nuevo programa.

Y si bien la región no dispone de una Agencia de Evaluación de Tecnologías Sanitarias, sí ha conseguido poner en marcha una Comisión de Evaluación e Introducción de Nuevas Tecnologías. “La nueva tecnología ya no entra por la puerta de los jefes de Servicio —destacó Gómez Picard—, sino que entra de manera priorizada en los centros”. Ello permite a Baleares trabajar en otra de sus principales premisas: invertir en lo necesario para desinvertir en lo que no aporta valor.

Su consecución también pasa por otro de los ejes de la Consejería: trabajar con los agentes del sector farmacéutico, considerándoles como “socios estratégicos proveedores de salud en lugar de como simples proveedores”. Para Gómez Picard, las empresas farmacéuticas y de productos sanitarios tienen un papel primordial en la recuperación de la salud de los ciudadanos. Esa consideración implica también una forma especial de trabajar. “Si la industria es socio estratégico debemos trabajar con confianza y establecer sinergias, que sea compartir riesgo y preocupaciones”, aclaró.

Los retos de la sanidad balear

El territorio balear es muy distinto al continental, y ha obligado a buscar formas de gestionar la Sanidad muy diferentes. Los servicios han tenido que adaptarse a una realidad de doble y hasta triple insularidad y una cantidad considerable de turismo, que si bien en los últimos años está permitiendo a la economía regional crecer por encima de la media del país, ha atravesado un serio bache en los años de la crisis.

Gómez Picard se autodefine como una firme creyente en la política para conseguir una sociedad más cohesionada. Por eso, aseguró, en Baleares se ha dejado de hablar de recortes o de gasto asociado a déficit. Desde 2015, las premisas son otras: una, que el gasto es una inversión; otra, huir del cortoplacismo, yendo a políticas basadas en la evidencia, que cambien y transformen; otra más, que la salud es un derecho y hay que garantizarlo.

Hoy, el balance en salud que hace la consejera es positivo, pero insta a no bajar la guardia. En su lista de deseos de cara al futuro, y a nivel estatal, la consejera hace llamamientos a un Pacto por la Sanidad, a un sistema de financiación sanitaria estable, que cubra las necesidades, a una mayor participación para las comunidades autónomas “en algunas decisiones” y a un nuevo papel para el Ministerio, como motor de sinergias entre comunidades autónomas.

A nivel regional, Gómez Picard consideró que el Gobierno balear necesita “la próxima legislatura para consolidar el modelo”. Salud augura buenas noticias para los presupuestos de 2019. El gobierno regional ha aprobado un techo de gasto que permite un incremento presupuestario global del 12 por ciento sobre el año anterior y Salud espera “que se note”. De ello depende la continuidad de algunas apuestas de transformación de la Consejería, como, por ejemplo, los futuros proyectos regionales en Medicina Personalizada (y más concretamente en relación a las terapis CAR-T) o continuar profundizando en la renovación tecnológica, un ámbito en el que ya se han invertido 15 millones de euros.

Tras un primer análisis de situación, el gran reto que se ha marcado Gómez Picard es recuperar la confianza en la Sanidad pública por parte de profesionales y ciudadanos. Ya ha dado pasos para recuperar esa confianza gracias a una apuesta clara por la profesionalización de la gestión y por la recuperación de la universalidad y lucha contra los copagos.

Pero, para Gómez Picard, la sostenibilidad no debe ser sólo económica; también debe ser social, y también se debe hablar de solvencia. En esa línea, bajo el leit motiv de que los pacientes dejen de trasladarse para recibir atención, Baleares ha ampliado su cartera de servicios y técnicas y ha apostado por un modelo de cronicidad distinto, que contempla a la persona, y no a la enfermedad, con el objetivo de que esté el máximo de tiempo posible en el domicilio, y contando con pacientes y cuidadores. .

Otras de las claves de la Consejería han sido la apuesta por la Salud Mental o por la Atención Primaria. Considera Gómez Picard que el 90 por ciento de los problemas de salud se pueden resolver en la AP, pero que primero debe reflejarse en los presupuestos. En Baleares, esta apuesta se ha traducido en un incremento del 20 por ciento en los créditos asignados al primer nivel asistencial, destinados a nuevos centros y nuevas infraestructuras.

Investigación

Dado pasos para salir del furgón de cola en materia de investigación. Además de poner en marcha una Facultad de Medicina, Baleares ha duplicado el presupuesto de su instituto de investigación, pero la consejera de Salud es consciente de los pasos que aún falta por hacer. “Hay que cambiar el modelo de retribución para poder ofrecerles más estabilidad. No podemos permitir que el talento se marche del país. Cualquier estrategia que sirva para atraer talento debería ser bienvenida”, aclaró.