El sector salud supone el 8,6 por ciento del Valor Añadido Bruto (VAB) total de Aragón y el 9,7 por ciento del total de los afiliados a la seguridad social de la autonomía. En ambos casos, se sitúa como el sector económico con más peso en la estructura productiva de Aragón, tras el sector de comercio.
En este sentido, el Gobierno de Aragón busca un nuevo marco normativo que facilite la llegada de inversiones estratégicas en el sector sanitario. La industria farmacéutica y la de la tecnología sanitaria son unos de los principales motores de la economía española y de la Unión Europea y tienen un gran efecto en la inversión, la exportación, el empleo y la productividad.
El Ejecutivo autonómico se propone, en línea con los objetivos y políticas europeas, adecuar su marco normativo para favorecer la inversión privada en materia de salud, “superando dogmatismos ideológicos basados en el intervencionismo, la burocracia y la desconfianza hacia lo privado, y optando por fórmulas de colaboración público-privada, la eficiencia y la simplificación”, ha expuesto el consejero de Sanidad aragonés, José Luis Bancalero, en una Jornada organizada por la Cátedra de Proyectos e Inversiones Estratégicas de la región en colaboración con el Gobierno regional.
Bancalero ha añadido que, de esta forma, se logrará mejorar la prestación de los servicios sanitarios y la compra de medicamentos y vacunas, “aportando una mayor resiliencia frente a crisis o emergencias sanitarias, e impulsando una mayor capacidad de innovación, tanto farmacéutica, como tecnológica, que permita alcanzar altas cotas de calidad a nuestro sistema sanitario”.
Industria biosanitaria
Además, el consejero de Sanidad aragonés, ha manifestado la importancia que tiene para Aragón este sector sanitario, puesto que la gestión de la sanidad es una competencia autonómica, “con el compromiso, político y financiero, de dotar a la asistencia que ofrecemos de la calidad que demandan los ciudadanos”.
A esto se suma el peso que tiene la industria biosanitaria en la estructura productiva de la región y el impacto que genera en la innovación y en la generación de conocimiento, en un contexto de digitalización y sostenibilidad ambiental.
La jornada celebrada ha servido para dialogar con los actores implicados y conocer sus propuestas de cara a la elaboración de ese nuevo marco regulatorio que favorezca, por un lado, la disponibilidad y accesibilidad de tecnología y la provisión de servicios de salud que aporten valor, y, por otro, disponer de medicamentos y vacunas con mayor competitividad, producción e innovación biosanitaria, contribuyendo a que sean accesibles a todos los ciudadanos y se obtenga la mejor calidad de los resultados asistenciales.
Esta reunión ha supuesto, igualmente, ahondar en un modelo moderno de cooperación público-privada, que favorece una producción sostenible e integrada en el ámbito de la salud, con el objetivo compartido de mejorar la resiliencia y favorecer la inversión y la atracción de talento.