La Comisión Europea ayudará a Andalucía con 1,8 millones de euros para promocionar, procesar, analizar y distribuir plasma hiperinmune procedente de personas convalecientes de COVID-19. Esto será útil para transfundir a pacientes que hayan contraído la enfermedad, principalmente durante los primeros días de su estancia en el hospital.

Esta cantidad de dinero forma parte de los 36 millones que la UE destinará a 24 proyectos de 14 Estados miembro y Reino Unido. En dichos proyectos participarán un total de 150 centros o servicios de transfusión.

Adquisición de material

Los fondos que recibirá la región por parte de la Comisión Europea se emplearán en la adquisición de equipos de plasmaféresis -separadores celulares para obtener exclusivamente el plasma devolviendo el resto de los componentes de la sangre al donante-; material fungible de aféresis; congeladores de plasma; equipación de las salas para la obtención de plasma; camillas para donantes; pruebas para determinación de anticuerpos; sesiones de formación para uso de los equipos; y mejoras de los sistemas de organización en los centros de transfusión.

La Red Andaluza de Medicina Transfusional, dependiente del Servicio Andaluz de Salud (SAS), se encargará de impulsar este proyecto en sus 8 centros de transfusión, tejidos y células distribuidos por todas las provincias de la Comunidad Autónoma. La RAMTTC también coordinará los Centros de Transfusión de las Comunidades Autónomas del Centro, Sur, Levante e Islas Canarias, incluyendo el Centro de Transfusión de las Fuerzas Armadas.

Plasma hiperinmune contra el COVID-19

El plasma de pacientes convalecientes que han superado el COVID-19 y que han desarrollado una respuesta inmune de anticuerpos frente al coronavirus es una posible opción para el tratamiento de personas con esta enfermedad. Esta estrategia fue empleada con anterioridad en el tratamiento de infecciones respiratorias agudas graves causadas por otros coronavirus como el SARS-CoV (2003) y el MERS (2012).

Es frecuente transfundirlo en pacientes leves durante sus primeros días de estancia hospitalaria y ante la sospecha de que pudieran trasladarse posteriormente a unidades de cuidados intensivos. Pero este componente sanguíneo también podría derivarse a los laboratorios farmacéuticos para fabricar medicamentos como la inmunoglobulina, los denominados hemoderivados del plasma humano.

Ambos enfoques terapéuticos se basan en la recolección de grandes cantidades de plasma convaleciente donado por pacientes recuperados. Los resultados preliminares son prometedores, con evidencia de una incidencia muy baja de reacciones adversas y señales de eficacia.

Reduce la mortalidad

Hasta la fecha, los resultados sugieren que la transfusión temprana de donaciones con altas concentraciones de anticuerpos es más eficaz para reducir la mortalidad del paciente. “Esto implica que se debe recolectar el mayor número posible de donaciones para asegurarse de que se puedan proporcionar a los pacientes los plasmas ricos en anticuerpos”, aseguran desde la Junta de Andalucía.

Asimismo, donaciones que no son aptas para la transfusión, como plasma de convalecientes, se pueden utilizar para otras indicaciones de transfusión y para fabricación de otros medicamentos esenciales.

Existen varios ensayos clínicos en marcha sobre el uso del plasma hiperinmune en todo el mundo y uno de ellos está en Andalucía, donde participan buena parte de sus hospitales públicos.


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