“Winter is coming”…y el verano también acecha

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La famosa frase que ha popularizado la serie “Juego de tronos” que “Viene el invierno” (Winter is coming) sólo es una parte de la incertidumbre futura en cuanto a la pandemia. Aunque el invierno nos preocupa, el verano comienza con un repunte de casos debido a las nuevas variantes.

Farmacias, termómetros que anticipan

Las farmacias son termómetros de la realidad sanitaria. Ahora las ventas de los test de diagnóstico de COVID-19 se han vuelto a disparar. Pero no sólo eso, sino las infecciones virales en general, como si de una ola paralela de distintos virus, especialmente SARS-CoV-2, estuvieran recuperando la ausencia de estos dos años.

Por supuesto, las urgencias hospitalarias dan cuenta del incremento de los casos de COVID-19, que acaban en hospitalizaciones aunque no se está viendo más ingresos en UCI.

Las nuevas variantes de Ómicron, BA.4 y BA.5, especialmente esta última, son responsables del incremento generalizado de los contagios en el mundo.

“Algunos expertos han calificado esta variante como ‘la peor versión del virus que hemos visto’ “

¿Qué hace a BA.5 diferente?

Algunos expertos han calificado esta variante como “la peor versión del virus que hemos visto”. La subvariante BA.5 puede evadir la inmunidad de contagios previos y de las vacunas, provocando reinfecciones. Afortunadamente no parece producir una enfermedad más grave, pero las hospitalizaciones están creciendo en toda España y en Europa, donde la variante está presente.

Y lo está haciendo con las temperaturas por encima de 40 grados. El verano ya no será un protector frente a las infecciones respiratorias, y el invierno ya no será el exclusivo mes de las infecciones respiratorias virales.

Venta de antigripales

Los llamados “antigripales”, para el tratamiento de los síntomas del resfriado común o de otros virus respiratorios, ha crecido de febrero a junio un 213% según fuentes de Cofares.

Se trata de un arranque paradójico del verano, según indica el Observatorio de Tendencias de Cofares. Mientras que el buen tiempo llega, y crece por ello un 28% los protectores solares, la incidencia de la COVID-19 y otros virus se ha disparado. Sólo en mayo el crecimiento de las cremas solares fue del 40%, según las mismas fuentes.

Habrá que acostumbrarse al nuevo verano, pero la nueva ola que vendrá tras las vacaciones lo hará sumándose al resto de inclemencias que la crisis económica, la crisis energética y la guerra están potenciando.

La buena noticia es que las vacunas bivalentes que protegerán frente a las nuevas variantes estarán en otoño.