En buenas manos

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Bartolomé Beltrán Jefe de servicios médicos A3Media | viernes, 29 de septiembre de 2017 h |

El doctor Harald zur Hausen fue ponente del evento ‘Presente y Futuro de la Investigación del Cáncer’, organizado por Constantes y Vitales, LaSexta, el CNIO y el patrocinio de la Fundación AXA. El médico alemán descubrió la relación del Virus del Papiloma Humano y el cáncer de cuello de útero, una investigación con la que obtuvo el Premio Nobel de Medicina en 2008.

Hay que recordar que cada año se detectan en España unos 2.500 casos de cáncer de cérvix o cuello de útero, el tercer tumor ginecológico más frecuente en mujeres de entre 35 y 50 años. Este cáncer está causado en la mayoría de los casos por el virus del papiloma humano (VPH), un virus de fácil transmisión por contacto genital que afecta tanto a hombres como a mujeres y del que existen más de cien tipos.

El VPH es una infección muy común, ya que el 80 por ciento de las mujeres sexualmente activas están expuestas al contagio en algún momento de su vida. La gran mayoría de los casos de cáncer de cuello podría evitarse mediante la detección precoz, la realización periódica de exploraciones ginecológicas y citologías. Además, es importante evitar riesgos mediante la vacunación.

Las pruebas para detectar el cáncer de cuello uterino deben comenzar a partir de los 21 años de edad. Como señala el dr. Javier Román, director médico asistencial del Instituto Oncológico Baselga y responsable de la Unidad de Oncología Médica del Hospital Ruber Internacional de Madrid, las mujeres entre los 21 y los 29 años de edad deberán hacerse una prueba de Papanicolaou cada 3 años. La prueba del VPH no debe emplearse para este grupo de edad, salvo que sea requerida tras un resultado anormal en la prueba de Papanicolaou.

Entre los 30 y 65 años de edad deberán hacerse una prueba de Papanicolaou junto con una prueba del VPH (referido como “prueba conjunta”) cada 5 años. Este es el enfoque preferido, aunque está bien hacerse una prueba de Papanicolaou sola cada 3 años.

Las mujeres mayores de 65 años de edad que se hayan sometido a exámenes regulares de detección de cáncer de cuello uterino en los últimos 10 años con resultados normales no deben someterse a pruebas de detección del cáncer de cuello uterino. Una vez que se hayan suspendido las pruebas, no se deben volver a comenzar. Las mujeres con un historial de pre-cáncer grave de cuello uterino deben continuar realizándose las pruebas durante al menos 20 años después de dicho diagnóstico, aun cuando se sigan realizando después de cumplir los 65 años.

Toda mujer que haya sido vacunada contra el VPH deberá continuar las recomendaciones sobre las pruebas de detección para su grupo de edad.

En definitiva, la inmunización frente al virus del papiloma humano es la estrategia preventiva más eficaz para reducir la prevalencia de cáncer de cuello de útero y otras enfermedades. Según los expertos, esta vacuna debería poder administrarse en edad temprana, entre los 11 y 12 años, para maximizar su efectividad. Seguro.

Toda mujer que haya sido vacunada contre al VPH deberá continuar con lo que recomiendan las pruebas para su grupo de edad