Esta semana (21-23 marzo) se celebró en Amsterdam el World Evidence, Pricing & Access Congress, evento de referencia en materia de precios y acceso al mercado. Haciendo balance de tres días de intensas jornadas y debates, una conclusión que se puede alcanzar es que aunque muchas cuestiones relacionadas con el acceso se diriman a nivel local (nacional, o incluso regional o hospitalario), resulta de un enorme interés conocer las experiencias de otros países sobre cómo abordar los retos que plantea el acceso al mercado. Muchos de estos retos son compartidos, con lo que conocer las iniciativas desarrolladas en otros entornos, tanto las que han fracasado como las más prometedoras, permite afinar las iniciativas a nivel local.

Se habló, por ejemplo, del impacto que la Innovation and Competition Act (ICA) aprobada por el Senado de Estados Unidos el 2022 puede tener en el precio de los medicamentos. La ICA persigue, entre otras cuestiones, fortalecer las cadenas de suministro y depender menos de China; objetivo compartido también por la Unión Europa. Un representante de Canada, por otro lado, expuso la complejidad del sistema de la evaluación de medicamentos del país, formado por una red extensa de instituciones federales, provinciales y territoriales. Complejidad que también existe en España, con un entramado de instituciones dedicadas a la evaluación de la eficiencia de medicamentos enrevesado y con numerosos solapamientos. Se abordó asimismo la incertidumbre que genera en distintos países europeos la implementación del Reglamento (UE) 2021/2282 sobre Evaluación de Tecnologías Sanitarias, y su posible impacto en los ejercicios de evaluación nacionales. Incertidumbre que también sufrimos España en relación con el encaje que los a veces denominados “IPT europeos” tendrán con los IPTs tradicionales. Representantes de compañías italianas expusieron las dificultades que algunos pacientes con enfermedades ultra raras tienen para acceder a fármacos no comercializados, y de las diferencias de acceso entre regiones. Un problema muy similar al de España donde, por desgracia, el acceso en ciertos casos viene aún muy condicionado por el código postal.

También hubo representantes españoles en el Congreso. Marta Pastor, en representación del Servei Català de la Salut (SCS), compartió brillantemente su experiencia en la gestión de acuerdos de riesgo compartido. El manejo de la incertidumbre clínica y económica a través de este tipo de acuerdos generó mucho interés entre los asistentes.

En definitiva, foros como el World EPA Congress permiten compartir perspectivas diferentes para abordar el reto común del acceso al mercado. Este brainstorming colectivo siempre ha sido determinante para el progreso y la implementación de mejoras. Ahora, con numerosas reformas normativas en marcha y con el acceso como tema candente a abordar en la mayoría de países de nuestro entorno, lo es más que nunca.