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Resolver las prioridades de la farmacia ahora parece más relevante que imaginar la botica dentro de 10 años
La DG de Cartera Básica del Ministerio, Patrícia Lacruz, no ha podido ser más clara: la colaboración entre profesionales sanitarios es la fórmula para poner en valor lo mejor de cada profesión. Y lo ha hecho en el Congreso Nacional Farmacéutico celebrado en Burgos, cuando desde la Consejería de Sanidad de Madrid se lleva a la Asamblea su nueva Ley de Farmacia para su aprobación inminente. Precisamente, una Ley que ha sido objeto de crítica por algunos dirigentes de enfermería, tras una oposición con tinte corporativista y sin razones, a pesar de los esfuerzos del presidente del COF de Madrid, Luis González, de tender puentes.
Durante la inauguración del Congreso de Burgos se ha podido escuchar palabras del presidente de Castilla y Leon, Juan Vicente Herrera, en relación a la nula rentabilidad de las farmacias rurales. Por su parte, El presidente del Consejo, Jesus Aguilar, ha anunciado un documento que abarcará la estrategia de la Farmacia del decenio 2020-2030 y “el avance asistencial de la profesión en la próxima década”. Aguilar no se ha posicionado en relación a la AF domiciliaria y ha relegado la vacunación en farmacias a un segundo plano por “haber otras prioridades”. Sin duda, la elaboración del documento va a ser todo un reto para el Consejo. Cualquier análisis de lo que quiere ser la farmacia en los próximos 10 años pasa por preguntar a los usuarios sobre sus necesidades, que son más actuales. Quizás algunas de las cuestiones, hasta ahora relegadas, pasan a ser una prioridad. Además, desde los COF provinciales saben muy bien cómo se están adaptando a las necesidades del sistema sanitario, y seguro que tendrán mucho que aportar. Pero no resulta muy apropiado establecer un periodo de tiempo tan largo, ya que 10 años nos llevarán a un contexto económico y social muy diferente al de ahora, lo que sin duda resulta más fácil (imaginar es gratis) que proponer soluciones a los problemas urgentes actuales. Siempre estamos a tiempo de pensar en el momento en que pisemos Marte, allá por 2030.
