Opinión

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Santiago de Quiroga Editor de EG | viernes, 20 de julio de 2018 h |

Impulsar el talento femenino es también una manera de reenfocar problemas sanitarios

El más prestigioso foro mundial en torno al liderazgo y la voz de la mujer, el Women’s Forum for the Economy and Society (WF), en su reciente reunión de mayo de este año en Canadá, ha realizado varias recomendaciones dirigidas al G7. El documento de 10 páginas que las detalla lo encabeza la frase: “El Mundo necesita el liderazgo de las mujeres”. Quizás es una obviedad para los que creemos en el talento, y todo talento que no se aprovecha, se pierde, especialmente el que se produce por no proporcionar las oportunidades adecuadas. La pérdida de talento es muy costosa para nuestra sociedad.

Nos encontramos en un momento de cambio crucial de la actitud de la propia sociedad respecto al género, el más relevante desde el voto femenino (1931, España; 1953 México; 1920 y 1967 Estados Unidos). En muchas áreas de la sociedad la perspectiva de género resulta un valor añadido indiscutible en la resolución de un asunto o en el abordaje de una patología. La pregunta a formularse es sobre el papel del talento femenino en el ámbito sanitario. La ciencia y la medicina, la empresa y la administración sanitaria cuentan con buenos ejemplos de talento femenino, pero sigue siendo insuficiente.

Impulsar el talento femenino en la sanidad es una perspectiva de género a tener presente, pero es también una manera de reenfocar problemas sanitarios, de buscar nuevas soluciones a viejos problemas. Es necesario compartir experiencias, concretar ideas, informar e influir en la agenda sanitaria a través de la visión de las mujeres con talento, y estimular los programas para impulsar el liderazgo de la mujer. Sí, la sanidad necesita el liderazgo de mujeres.