¿Cómo España puede seguir a la vanguardia de la investigación clínica?

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Parece una paradoja, pero al mismo tiempo que se confirma que disminuye la inversión total en investigación en España, algunas compañías apuestan aún más por España. Los datos en este sentido son claros: El 25% de los ensayos clínicos (EC) autorizados en la UE se realizan en España, y el 50% de éstos son en fase temprana. Los EC “Made in Spain” son sinónimo de calidad y resultados fiables. Se realiza mejor investigación clínica porque se hace mejor preclínica, mejor toxicología o mejor diseño estadístico, entre otros. Lo ha explicado con mucha claridad Josep Tabernero, del Hospital Vall d’Hebrón, y presidente de ESMO (European Society for Medical Oncology). Pero lo que es ahora España en investigación clínica lo ha conseguido dando un giro radical a los aspectos administrativos de los EC en los últimos tres años, con el apoyo indudable de una regulación eficiente de la mano del RD de EC de 2015. ¿Nos quedamos aquí? No parece que sea una buena decisión, y eso nos obliga a seguir avanzando, aprovechando la excelente imagen de España para atraer investigación en medicina. Pero exactamente igual que, en su día, perdimos el tren de la investigación, que hemos recuperado con éxito muy recientemente, corremos el riesgo de quedarnos atrás con la digitalizacion de la sanidad. Sin digitalización no habrá bases de datos, no habrá Big Data, no habrá Real World Data ni Real World Evidence. No habrá futuro para estar a la vanguardia… Todo un tren de tecnología digital que la sanidad necesita para encontrar correlaciones, manejar la ingente cantidad de datos que podríamos obtener y avanzar en el mayor conocimiento de las patologías, sus orígenes y su prevención. Lo ha afirmado la ministra de sanidad, Dolors Monserrat: “No podemos darle la espalda a la digitalización porque las nuevas tecnologías son aliadas indiscutibles contra la enfermedad”. Habrá que ver si avanzamos al ritmo que debemos, y Gobierno y CC.AA. trabajan juntos. Mientras tanto, proyectos novedosos con perspectivas de subirse al tren tecnológico servirán de estímulo al resto del sector, y se abrirán paso, con el apoyo de investigadores, expertos y visionarios. Esperemos que el resto les siga con rapidez y no repitamos errores pasados.