En buenas manos

br

Bartolomé Beltrán Jefe de servicios médicos A3Media | viernes, 27 de octubre de 2017 h |

Las causas del incremento de asma en el mundo son muchas y complejas, aunque se podrían indicar factores que van más allá de los propios genéticos, como el desarrollo industrial, la alimentación, la contaminación ambiental, la obesidad o el tabaquismo. A los datos de la elevada prevalencia, como que en Europa occidental los casos de asma se han duplicado en diez años, hay que añadir la repercusión económica de este incremento.

El asma refleja un infradiagnóstico aproximado del 50 por ciento de los pacientes y, en los casos diagnosticados, un control deficiente de los síntomas de entre el 60 y el 70 por ciento. Si el paciente no está diagnosticado no puede llevar un tratamiento adecuado. Para el Dr. Álvarez, coordinador del Área de Asma de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR), “es necesario concienciar a los pacientes de que el asma es una enfermedad crónica que requiere un tratamiento continuado porque, en la mayoría de los casos, el asma se puede controlar totalmente y debe permitir que el paciente lleve una vida normal”.

Entre las enfermedades respiratorias más prevalentes además del asma, que afecta a más de 3,1 millones de españoles, está la EPOC que afecta a 2,9 millones. El tabaquismo, que padecen alrededor de 10 millones de españoles y cuya edad de comienzo se establece en torno a los 13,5 años está íntimamente relacionado con todas estas enfermedades siendo la principal causa de algunas de ellas (EPOC y cáncer de pulmón) y un factor de riesgo muy relevante en el resto (asma, neumonías y otras infecciones respiratorias, tuberculosis y apnea del sueño). Según un estudio en ‘The Lancet Respiratory Medicine’, la prevalencia de ambas enfermedades ha crecido desde 1990: un 44,2 por ciento en el caso de la EPOC y un 12,6 por ciento en el del asma.

Menarini acaba de lanzar al mercado un inhalador de última generación para el tratamiento habitual del asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). La utilización del dispositivo produce una doble acción, antiinflamatoria y broncodilatadora, gracias a los efectos de la budenosida y el formoterol que se liberan en cada inhalación.

Se trata de un dispositivo es pequeño, ligero y discreto, y ha sido diseñado para facilitar al paciente su uso. Así, se deposita una dosis constante de los principios activos en los pulmones, con independencia de la edad del paciente y de la gravedad de su enfermedad, para lograr una aplicación precisa y consistente.

Los estudios realizados en 1016 pacientes con asma y EPOC aseguran que al 87 por ciento de los investigadores les resultó “fácil” enseñar su funcionamiento, mientras que apenas un 0,5 por ciento lo calificó de “difícil”. Asimismo, hasta 8 de cada 10 pacientes mostraron preferencia por este inhalador frente a otros de su clase, y el 95 por ciento de los pacientes se mostraron satisfechos o muy satisfechos con él.

La budesonida es un glucocorticoide que, tras la inhalación, presenta una acción antiinflamatoria, reduciendo los síntomas y exacerbaciones del asma. El formoterol produce un efecto broncodilatador en unos 1-3 minutos, persistente durante al menos 12 horas. Seguro.

Entre las patologías respiratorias más prevalentes además del asma, que afecta a más de 3,1 millones de españoles, está la EPOC que afecta a 2,9 millones