26 de marzo. Comisión de Sanidad del Congreso —días después de unas polémicas declaraciones de Fernando Simón en torno al “riesgo inherente” de contagio de los farmacéuticos—: “No hay ninguna falta de respeto ni menoscabo o desconsideración a la labor de los farmacéuticos, que es muy importante”. Salvador Illa, ministro de Sanidad, dixit. Un mes después, el Gobierno nunca ha llegado a proveer de material a las boticas para su protección frente al virus.
8 de abril. El Ministerio de Trabajo publica el documento ‘Prevención de riesgos laborales vs. Covid-19’. En él, las farmacias quedan excluidas del sector sanitario y se vinculan al “sector comercial” junto con estancos, droguerías, etc.
21 de abril. El Consejo de Ministros aprueba la eliminación del IVA para las compras de material de protección realizadas por entidades públicas, hospitales y ONG. Las adquisiciones de estos productos por las farmacias siguen gravadas con el 21 por ciento, pese a las reclamaciones del sector.
23 de abril. Comparecencia de Salvador Illa. “Quiero subrayar el muy buen papel de la red de más de 22.000 farmacias durante toda esta crisis”. Palabra de ministro. Horas antes, el BOE recoge la Resolución que fija en 0,96 euros el PVPmáximo para la venta de mascarillas quirúrgicas en farmacias, sin alusión a posibles compensaciones para stocks adquiridos previamente a coste mayor. Por si había dudas, Illa acaba con ellas. “No habrá ningún tipo de compensación económica”. Eso sí, hay “reconocimiento”.
Mismo 23 de abril. Horas después. Comisión de Sanidad. Interpelación de la oposición en torno a esa intervención de precios: “Las decisiones no buscan estigmatizar a ningún colectivo, y mucho menos al de los farmacéuticos, que han ofrecido su red sin ganancia alguna, solo cubriendo costes, para suministrar esos productos”. Palabra de ministro.
El análisis de esta cronología es simple. Bienvenidos sean los reconocimientos oficiales (y públicos) al colectivo farmacéutico. Merecidos son. Pero, sin hechos, las palabras corren el riesgo de quedar vacías. La farmacia seguirá esperando.