La UE descarga 140.000 millones que revolucionarán la sanidad

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La crisis de la Covid-19 ha puesto a prueba el sentido de la UE y su solidaridad. España es la cuarta economía de la zona Euro y, si España funciona, Europa funciona. Cada vez que la UE anuncie que va centrar su esfuerzos en algo…ya no hay lugar a dudas: lo harán. Lo haremos.

Aunque la totalidad de los 140.000 millones no irán a Sanidad, las inversiones directas y el impacto indirecto transformarán la sanidad española.

La aportación del 11% del PIB español con los 140.000 millones de euros lo ha definico Pedro Sánchez como un auténtico Plan Marshall. El secretario de Estado norteamericano, el general George C. Marshall aseguró en 1947 que había que hacer todo lo necesario para garantizar la salud económica de Europa. Sí, aunque la totalidad de los 140.000 millones no irán a Sanidad, las inversiones directas y el impacto indirecto transformarán la sanidad española. El mayor impacto indirecto sanitario será la digitalización de la sanidad y la apuesta por la transición ecológica, relacionada con el impacto climático en la salud. El sector sanitario puede aportar mucho en este campo.

Esta inyección de dinero, mitad préstanos y mitad ayudas a fondo perdido, debe permitir reforzar el sistema sanitario, digitalizar la sociedad (y la sanidad con ella), e impulsar un modelo eco-sostenible de sociedad (en el que la sanidad tiene otro importante rol). Por supuesto, también permitirá reflotar sectores cruciales de nuestra economía duramente azotados por la pandemia.

Los efectos de la Covid-19 han sido, y siguen siendo, muchos. Pero dónde debe invertirse y con qué objetivos lo sabemos ahora: el dinero debe centrarse en facilitar el progreso, la innovación, la modernización y el despegue del país.

Inversiones con rebrotes

Los casos de nuevos diagnósticos repuntan en Aragón (3% de la población de España y 20% de los nuevos contagios) y Cataluña de manera alarmante. Esto nos recuerda que la ayuda debe emplearse sin demora, pero hacer los deberes para cuando llegue, en 2021. Al mismo tiempo que los rebrotes, Sanidad comunica hoy 2 muertes. El escenario actual de rebrotes es aún un escenario de verano blando. El invierno nos ofrecerá una versión más dura.

Transición ecológica y digital

La encuesta del Barómetro de Intereses Sanitarios (BIS) realizada en marzo pasado a 2.259 personas y a punto de publicarse, refleja que el 56% de la población española cree que en su entorno hay problemas de contaminación ambiental.

¿Qué piensan los españoles de la contaminación ambiental?

Entre los que niegan que exista tal problema (34%) y los que dicen que no afecta a su salud, a pesar de reconocer su existencia (32%), un total de 6 de cada 10 no están preocupados por su salud en relación al medio ambiente La realidad es que existe la necesidad de concienciar sobre el impacto en la salud del cambio climático; en la contaminación, los efectos de los gases y las partículas en suspensión. La alteración de los ecosistemas (y su relación con las pandemias) también se está investigando.

Las principales sociedades científicas de oncología, alergología, neumología o neurología, entre otras, pueden contribuir a que España despegue en sensibilidad, capacidad e investigación sobre el impacto del cambio climático y la salud. Los recursos de la UE ayudarán a acelerar la transición ecológica y a que haya más conciencia de cómo la salud se afecta por el cambio climático.

Uno de los defectos y carencias más visibles y conocidas de nuestra sanidad es la ausencia de la digitalización

La sanidad digital

Uno de los defectos y carencias más visibles y conocidas de nuestra sanidad es la ausencia de la digitalización. Tanto en la asistencia sanitaria, como en el manejo de datos, la historia clínica o el uso de la Inteligencia Artificial. Una sanidad digital nos ayudará a superar cualquier crisis futura que vuelva a impactar en nuestro sistema sanitario. Pero hay que acelerar dicha transformación, y la única manera de hacerlo es con recursos.

Ya tenemos la seguridad de los recursos. Ahora hay que trabajar duro porque el dinero necesita ideas y planes de trabajo para que se invierta de manera adecuada.