La crisis sanitaria generada por la pandemia del SARS-CoV-2 se ha traducido en un cambio en la asistencia sanitaria para otras patologías, a veces incluso en un frenazo. Una de ellas es la oncología. Pruebas de diagnóstico temprano, cambios en las pautas de tratamiento e incluso un paréntesis en los ensayos clíncos son algunas de las consecuencias que está dejando la pandemia.
Pero ahora toca mirar hacia la nueva normalidad para estos pacientes, que necesitarán recuperar su asistencia o que demandarán nuevos tratamientos. De hecho, Martin Seychell, subdirector general de Salud y Seguridad Alimentaria de la Comisión Europea, consideraba que lo más importante es pensar en el período posterior a la crisis. El objetivo según el experto es aclarar de qué manera se va a recuperar a estos pacientes.
La buena noticia que puede derivar de esta crisis sanitaria, según los expertos, es que la Sanidad pase a verse como una inversión y no como un gasto. Esto, según Seychell, ayudará a atender mejor a los pacientes tanto de cáncer como de otras afecciones en caso de futuras crisis.Y es que es tiempo de valorar lo importante:la salud.
Porque la innovación oncológica tiene que seguir llegando a todos los pacientes que la necesitan. Hay que seguir apostando por el diagnóstico precoz y, sobre todo, que los gobiernos comprendan que, aunque la crisis se traduzca en una recesión económica, esta no puede traducirse en más recortes sanitarios. Hacerlo pondría a los sistemas sanitarios en una situación crítica para poder afrontar otras crisis sanitarias futuras, que seguramente acabarán llegando.
Es importante que todos los agentes, sanitarios y no sanitarios, piensen ya en la atención sanitaria post Covid-19. Los pacientes, sus familiares y los profesionales sanitarios se merecen que les dotemos de todas las armas necesarias para que puedan luchar en condiciones contra el cáncer. Es obligado.