La necesaria evolución de la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos

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La Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIMP) tiene la responsabilidad de la aprobación de los medicamentos en España. Fijar el precio y la financiación hace del CIMP el principal responsable de que España cuente con la innovación aprobada por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA).

El CIMP está presidido por un alto cargo sanitario; antes era el secretario general de sanidad y ahora la Secretaria de Estado de Sanidad del ministerio. Antes, el secretario general de sanidad presidía de forma activa la Comisión y ahora es habitual que se ausente y se delegue la presidencia del Comité en la Dirección General de Cartera Común y Farmacia (DGF).

Las reuniones implican a representantes de distintos ministerios y las CC.AA, incluyendo las carteras de Sanidad, Hacienda, Economía e Industria, pero también los representantes de farmacia de todas las CC.AA. donde tres de estos representantes votan.

“La CIMP necesita evolucionar porque el modelo actual es el responsable de la incorporación de una innovación que no llega a tiempo”

Poco debate en la CIMP

La CIMP necesita evolucionar porque el modelo actual es el responsable de la incorporación de una innovación que no llega a tiempo o que se demora demasiado. La inclusión de distintos procesos para la aprobación incluye distintas etapas en distintas entidades. La galardonada Agencia Española de medicamentos (Aemps) por la Fundación ECO y Fundamed, es, junto a la DGF, quien revisa los expedientes y registros como parte de la EMA. Además, el proceso en España incluye que la Aemps elabore el correspondiente Informe de Posicionamiento Terapeutico (IPT) de cada innovación o nueva indicación.

Por su lado, resulta el elemento esencial en el cronograma las negociaciones entre las compañías y la DGF, responsable de la gestión y propuesta del precio y financiación a la CIMP. Pero si algo puede mejorarse en un proceso como la aprobación de medicamentos para el SNS es preciso abordarlo en el lugar donde CC.AA. y Gobierno participan y colaboran: el Consejo Interterritorial del SNS (CISNS).

Participación de las CC.AA.

Las CC.AA. han peleado durante años ser parte de la decisión de precio y financiación de los medicamentos. Están presente con voz las 17 CC.AA. y de ellas tres con voto. Sin embargo, no se pronuncian en los comités y es conocido que lo que decide la DGF tiene la aceptación sin comentarios de todas las partes asistentes.

Es posible que Hacienda y Economía  no tengan mucho que aportar desde un punto de vista técnico a las aprobaciones de nuevos medicamentos. Quizás desde Industria puedan conocer si la producción del nuevo medicamento es de interés mencionarla como potencial aportacion (localización, exportaciones posibles, etc.). Participar en las decisiones del CIMP supone ser responsable de los rechazos y aprobaciones. Y del tiempo que se tarda.

Además, es preciso participar activamente, trasladar desde los representantes autonómicos las opiniones de investigadores, clínicos y pacientes, con los que las direcciones autonómicas de farmacia mantienen un contacto asiduo.

“Un consejero de sanidad compartía con un grupo de especialistas hospitalarios recientemente sobre el hecho de no haber escuchado debate alguno en el seno del CISNS sobre los retrasos en las aprobaciones de los medicamentos

Un consejero de sanidad compartía con un grupo de especialistas hospitalarios recientemente sobre el hecho de no haber escuchado debate alguno en el seno del CISNS sobre los retrasos en las aprobaciones de los medicamentos.

Un problema que han manifestado en los últimos meses sociedades científicas, entidades sanitarias, economistas y gestores, empresas y asociaciones de pacientes, deberia ser abordado en el conjunto de las Comunidades.

El retraso empieza a ser preocupación de algunos pacientes y sus familiares de forma crónica. España debe decidir dónde quiere estar.

España, notable alto en CAR-T

Pero donde sí funcionan las cosas razonablemente bien es en la terapias CAR-T, a juicio de los distintos actores.

España realiza muy bien las tareas en materia sanitaria cuando las CC.AA. y el Gobierno trabajan estrechamente.

Tras tres años de terapias CAR-T, España puede anotarse el éxito en la implantación de un tipo de terapias avanzadas, tan novedosas como complejas y disruptivas. El reciente encuentro en el Senado, en el Dia Mundial del Linfoma, ha servido para constatar que hemos hechos los deberes como país.

Por supuesto hay areas de mejora que se han identificado, pero el éxito en la implantación y trabajo multidisciplinar en CAR-T es la clave, según los expertos y expertas reunidos. Se pueden agilizar los complejos procesos, facilitar aún más la cercanía del paciente y su familia y la aféresis en origen, comentan.

Para la Dra. Victoria Mateos, presidenta de la Soc. Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), España no sólo debe liderar en número de tratamientos CAR-T sino también en investigación.

Futuras terapias

Para 2030, se esperan hasta 60 medicamentos calificados como terapias avanzadas. Los especialistas reunidos de farmacia hospitalaria, hematología, gestión y coordinación autonómica y pacientes, trasladaron sus reflexiones y conclusiones en el encuentro en el Senado.

Para valorar el contexto por parte del legislativo, Esther Carmona, senadora y portavoz de sanidad del Grupo Socialista, y Rubén Moreno, senador y miembro por el grupo Popular de la comisión de sanidad, recogieron las sugerencias y trasladaron sus reflexiones.

Para el Rubén Moreno, “sin medicamento no hace falta ningún plan” en relación a que los 1.000 ensayos clínicos en terapias avanzadas darán sus frutos y hay que estar preparados. Sus recomendaciones sobre el CIMP merecen atención.

Esther Carmona indicó que “es necesario tomar nota de todo lo dicho en esta Jornada”. La valoración de cómo España ha adoptado las terapias CAR-T es muy positiva para la senadora, añade que agilizar los circuitos y mejorar sigue siendo un objetivo, con la vista puesta en la humanización de la asistencia y las necesidades del paciente.